BLACK CLOVER: Mago Oscuro

CAPÍTULO 5: Victoria

Furioso, siguiendo el rastro que dejaba aquel abrumador poder mágico, Yoru se giró hacia su derecha, donde se encontraban cuatro personas, de las cuales tres estaban de pie y encapuchados, mientras que el cuarto, que parecía ser el líder, sentado tranquilamente, mirándolos como si no fuesen más que moscas.

Era un hombre delgado con ojos rasgados, lo que se podía ver en el tono de su rostro. Además, tenía el pelo gris corto peinado hacia atrás, aunque su característica más destacable era la cicatriz en el lado derecho de la frente, que se alargaba en la cara hasta la mejilla izquierda.

-¡¿Has hecho tú esto?!-preguntó furioso Magna.

Ignorándole por completo, sacó su reloj y lo miró con tranquilidad.

-¿Cómo se atreven a tergiversar mi horario?-dijo con voz fría y sin mirarles directamente-Dentro de diez segundos los ejecutaré a todos.

Sin ni siquiera mencionar el hechizo, lo que mostraba su increíble poder, lanzó un enorme bloque de hielo que acababa en punta directo hacia ellos.

Yoru pudo ver como Magna no reaccionaba, lo que significaba solamente dos cosas: o se había quedado paralizado del miedo (cosa que dudaba) o que no le quedaba energía mágica.
Yoru y Asta se miraron sonriendo. Los dos sabían que tenían que actuar, así que Asta corriendo, cortó el bloque de hielo como si fuese aire, lo que le dio vía libre a Yoru, para lanzarse al frente, con su Manto Oscuro: Diez Puños de Noche.

-¡No te perdonaré lo que has hecho!

-¡Para, Yoru!-gritó rápidamente Magna-Piensa antes de atacar... Nos sabemos nada de ellos.

Yoru obedeció, pero se sorprendió al ver lo serio que se había puesto Magna. Él no parecía de los que pensaban antes de actuar, pero parecía que el hecho de que esa gente fuese importante para él le hacía querer hacer las cosas con cabeza.

-Sois lo Toros Negros...-dijo el hombre-Una orden que destaca por sus miembros vulgares y excéntricos... Son una pérdida de tiempo-miró de nuevo el reloj-Cinco minutos... Los eliminaremos juntos con los inútiles de la aldea que no sabían nada y continuaremos la búsqueda.

Yoru apretaba los puños con fuerza, furioso por ver como los estaba minusvalorando. 
Asta, que no se le daba tan bien controlarse como a Yoru, se lanzó como loco, pero uno de los encapuchados dio un paso al frente.

-Magia de Niebla: Remolino de Niebla Ilusoria.

Extendió la mano y comenzó a generar ingentes cantidades de niebla. Yoru miró a Magna, como pidiéndole permiso para actuar, y él asintió.

-Manto Oscuro: Black Hole.

Usando toda la magia que podía, comenzó a absorber toda la niebla. Estaba gastando mucha magia, pero debía ponerse las pilas si querían asistir a Asta.
No tardó en absorber toda la niebla, pudiendo ver todos a Asta, enfrentando a los cuatro magos.

-¡¿Cómo es posible?!-exclamó uno de los magos-No teníamos información de que hubiese un mago de este nivel en los Toros Negros.

-¡Asta!-dijo serio Yoru, tronándose el cuello mientras avanzaba hacia el líder-Por favor, déjamelo a mí.

Asta quería protestar. De verdad quería enfrentar él a ese hombre, al que no iba encapuchado, pero mirar a Yoru, que siempre sonreía divertido, estando tan serio, caminando como si de verdad fuese a matarlo.

-Todo tuyo-dijo Asta sonriendo.

Yoru dejó su grimorio abierto, levitando a su lado, sin dejar mirar al líder.

-No dejaremos que te acerques a Heath sama-dijo uno de los magos, listo para atacar a Yoru, pero rápidamente, Magna, Asta y Noelle se colocaron frente a los tres magos.