Entre sus brazos.

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Día 3: Dirección al caminar

Advertencias:

Drama
Insinuación de homofobia.
Romance
Aceptación

El dolor era suficientemente poderoso como para nublar sus sentidos

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El dolor era suficientemente poderoso como para nublar sus sentidos. La sensación a su alrededor era como una nube que le sofocada y causaba frío. Su respiración era pausada, lastimaba su garganta y al mismo tiempo, costaba trabajo y nada.

Vacío.

Sus pasos se dirigían a ningún lugar, sin poder encontrar el camino a su hogar ¿Aum existía algo a lo que llamar de esa forma?

Seijuuro

Se detuvo. La contracción en su corazón fue suficiente para llenar de claridad su mente, sin embargo eso solo provoco que sus lágrimas bajaran, llenando sus mejillas, perdiéndose entre el hueco de su cuello y de ahí a su pijama. Ahora es que lo recuerda, ni siquiera está vestido decentemente. Sus manos se aprietan, su alma se entumece.

—Seijuuro.... Sei... Sei...m—

No puede mas, se derrumba sobre si mismo, agachado en medio de quien sabe donde, aferrado a sus rodillas mientras llora. Escucha pasos a lo lejos, corriendo en su dirección. Se asusta, porque piensa que sus padres,  a quienes un dia amo, vienen a enterrar el último clavo a su corazón. No se mueve, tiene miedo, escuchara lo que tengan que decir y erigirá una muralla para protegerse mientras hablan, mientras le maldicen.

Pero no es así. Lo que siente por el contrario son cálidos abrazos, un aroma familiar que lo reconforta, besos suaves sobre sus cabellos, caricias en su empapada espalda. ¿Cuándo comenzó a llover? No lo sabe, pero el calor que lo invade lo hace olvidarlo.

—Todo estará bien— escucha. Es levantado con cuidado, como un objeto fácil de romperse.

Sin embargo ya es demasiado tarde, ya esta roto.

—Mírame a mi como al único camino al que debas llegar, seré tu hogar, tu corazón, a quien debes aferrarte cuando sientas dolor porque, se muy bien que tu eres el mio—

Kouki lo hace, ve la expresión de su amado, se el gran Akashi Seijuuro.  Ve su determinación y el brillo del amor en sus ojos.

—Te amo— le dice. Y la convicción es tan poderosa que derrumba cada muro, cada pared que se erigió por medio del dolor, del rechazo.

—También te amo— le responde.

—Ven conmigo y no te marches nunca—

Kouki acepta, lo hace no solo porque Seijuuro le ama, sino porque corresponde de la misma intensa manera. Tiene miedo del Akashi mayor, de que también sea rechazado por el amor puro que se profesan, tal como han hecho sus padres.

Seijuuro toma con fuerza su mano, le dice que eso no pasara y; si llegara a suceder es lo suficientemente poderoso y rico para no importarle. Kouki sonrie, porque aunque suene vanidoso y egocéntrico, sabe es cierto.

Seijuuro siempre va a ser el camino al cual sus pasos siempre lo guiaran. Porque ambos se aman y recorren ese camino para encontrarse una y otra vez hasta el final.

31 días de AkaFuri 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora