1.- Jardín de niños
2.- Encontrados muertos
3.- Dirección al caminar
4.- Escapar de un Bar
5.- Delirio prolongado
6.- Línea del metro
7.- Actualización de datos
8.- Muy famoso
9.- Mascota humana
10.- Infección viral
11.- El hijo de....
12.- Amor in...
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El pequeño pelirrojo saltaba con alegría. Su rostro perlado por el sudor, sus mejillas redondas de esa grasita propia de bebe aún en sus formas.
La canción que sonaba no era algo a lo que esta a acostumbrado a escuchar, le causaba extraños sentimientos.
Pero entonces el niño saltaba cuando la voz en la canción lo pedía, daba vuelta de ser necesario y hacia pucheros o tenía intensiones supuestas de volar.
Era ridículo.
Tanta gente a su alrededor con camaras dispuestas en un solo enfoque pero; lo entendía, pues el mismo tenía dispuestas cámaras profesionales en cada lugar disponible para no perder ningún ángulo del espectáculo.
Pronto; el pequeño pelirrojo salto de alegría junto con el resto de los niños que lo seguían, pues como un Akashi solo debe ser, tenía el mando.
-Sabes... - escucha pronto a sus espaldas, muy cerca de su oído -Ojalá hubiera fotos o videos de ti asi-
Seijuuro no lo dice, pero esta consciente de lo que fue su infancia, su niñez. Es por ello que accede a cada cosa qhe Kouki le pide. Si; Masaki es su heredero, pero no por eso dejará de ser un niño.
No se le exige etiqueta como tal, perso se comporta, esta en un jardín de niños promedio, con niños que aspiran a ser mejores y familias como tal, pero que le enseñan humildad y a ganarse lo que tiene. Masaki no será educado como lo fue Seijuuro, con esa pesada mano de hierro que lo convirtió una vez en monstruo.
-Verte con un trajesito de león, ¿Qué tan tierno te verias así Sei? Me abría gustado verlo-
Es por eso que hay tantas cámaras, piensa. Más no lo dice en voz alta. No haría más que darle más armas a su adorable esposo y ya lo tiene en la palma de su mano, no sabe a donde ira de darle más para su adoración.
Los aplausos interrumpen sus pensamientos, ahí está Masaki, con un traje de león que Kouki se obstinó en hacer el mismo, cuando bien habría pagado millones solo por tener lo mejor de lo mejor. Sin embargo piedras swarovski cocidas a la melena hacen que casi se infante su querido esposo.
Se negó rotundamente.
Entonces esta ahí su primogénito, rugiendo como solo un infante de tres años puede y a Seijuuro le encanta.
Ser participe y crear recuerdos de eso. Por eso es que empieza en el jardín de niños, a crear una colección de recuerdos como la que el no tuvo.
