La fiesta

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Todo el grupo viene a nuestro apartamento para prepararse para la fiesta. Algunas de las chicas se maquillan en el salón y Chad sostiene un espejo a Tara, intentando llamar su atención pero fracasando sin remedio. 

Yo me visto rápidamente y me voy al salón con ellos, donde ya están bebiendo algo antes de ir a la fiesta. Busco a Ethan pero no está en el salón como los demás, debe de estar en su cuarto así que, en un acto de valentía decido ir a buscarle. Toco la puerta de su cuarto y abro prudentemente

- ¿Se puede? - pregunto mientras se escucha como unos papeles se guardan en un cajón rápidamente. Ethan se gira hacia la puerta algo descolocado, viste únicamente unos calzoncillos que dejan ver perfectamente la forma de su culo y yo debo evitar la tentación de mirarlo más de lo necesario.

- Ah, eres tú - vuelve a dedicarme una sonrisa, me encanta que lo haga - Claro tío pasa, me cambio en un segundo -

Rápidamente se viste con la ropa que tenía preparada en la cama y yo lamento que lo haya hecho. 

- Te estamos esperando todos fuera, creo que saldremos pronto - de repente temo que no venga a la fiesta. Estaba dispuesto a tantear el terreno con él y ver a dónde podría llevarnos eso pero si no va mi plan se irá completamente al garete - Vienes ¿verdad? - consigo decir

- Claro, no me perdería la fiesta por nada - dice algo tímido - Déjame pasar un momento al baño y estoy con vosotros enseguida -

Yo vuelvo al salón con el resto, aliviado al saber que viene pero algo preocupado al haberlo notado algo frío conmigo. Intento no pensarlo demasiado.

-

La fiesta es en la casa de una de las fraternidades, hay muchísima gente, no creo haber estado nunca en una fiesta tan grande. Chad parece conocer a todo el mundo pues todos lo saludan al pasar, yo entro con el grupo hasta la cocina, donde nos servimos unas copas. Hay música y la gente realmente tiene ganas de fiesta, la noche pinta bien hasta que me doy cuenta de que Ethan ya no está a mi lado. He vuelto a perderlo.

Me digo que no debo obsesionarme, no es sano y además, lo más normal sería que no estuviera interesado en mi y que solo haya sido amable así que decido disfrutar la noche con los demás.

Horas más tarde vuelvo a ver como Chad fracasa de nuevo en un intento de conquistar a Tara y pienso que estoy algo cansado, así que me acerco a uno de los sofás y me siento entre gente que ha bebido más de la cuenta. De repente veo a Ethan pasar al fondo, una sonrisa se dibuja en mi cara y decido ir hasta donde está. Cuando estoy llegando alzo la mano para saludarle pero me encuentro con algo para lo que no estaba preparado, está hablando con otro chico que, de la nada le acaricia dulcemente la mejilla. Podría derrumbarme allí mismo, la música para de sonar en mi cabeza y solo veo como hablan y ríen entre susurros. Todo es culpa mía, yo em hice ilusiones y dejé que mi imaginación fuera demasiado lejos, ahora tengo que aceptar la cruda realidad: no, Ethan no está interesado en mí. 

Decido volver al sofá, a estas alturas la fiesta pierde interés. Allí me encuentro con Chad, que está igual de decepcionado que yo, a él también le han dado calabazas hoy.

- Vaya mierda de fiesta - me dice

- Y que lo digas - contesto

- Yo tenía unos planes para lo de hoy, pero parece que era el único que pensaba así - comenta mientras mira como Tara sube a la planta de arriba de la casa cogiendo de la mano a un chico.

- Créeme Chad, te entiendo - le digo mientras le doy el último sorbo a la cerveza. Voy bastante borracho a estas alturas y, por como balbucea, creo que Chad también.

- Al menos podríamos haber conseguido un polvo rápido, me he quedado con las ganas - suelta sin pensárselo dos veces.

Giro la cabeza y miro fijamente a Chad, una sonrisa se dibuja en mi cara involuntariamente, Chad me devuelve la sonrisa y apoya su brazo sobre mi pierna.

- Bueno, eso quizás tiene solución para ambos, ¿verdad?

Yo estoy más que sorprendido con su propuesta, no hay duda de que está pensando con la polla y se ha quedado con el calentón ante el plantón de Tara pero, ¿a mí realmente me importa? También me he quedado colgado, y mentiría si dijera que no me había imaginado el final de la noche en una de las camas de la planta de arriba.

Antes de que me de cuenta estoy siguiendo a Chad hasta una de las habitaciones, el alcohol ha tenido que ver en todo esto pero hay que admitir que Chad está realmente bueno, y no puedo decir que no me apetezca hacer algo con él.

Chad cierra detrás de él al entrar a la habitación, acto seguido se desabrocha los pantalones y, tanto estos como sus calzoncillos caen al suelo.

No hay duda de que Chad va directo al grano.

Ghostface, Amor Letal- (Gay Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora