Estaba acurrucada sobre un tronco, la noche había caído acompañada de una luna menguante, y había un coro de insectos cantando en la oscuridad. Escuchaba cómo la brisa hacía danzar las hojas, los grillos cantaban en la serenata de la naturaleza, y el bullicio provenía del centro del campamento. Escuchaba el sonido de las chispas de aquella fogata reventar con un constante crepitar, al igual que las antorchas que rodeaban el campamento. Mientras, los niños perdidos danzaban y saltaban, disfrutando de estar así alrededor de la hoguera mientras alzaban barrotes de madera.
¿Estarán haciendo un ritual?
Y en el centro estaba el, Peter Pan. Tocaba una flauta descompuesta, y aquellos niños parecían estar festejando con aquella "melodía invisible".
Los niños menores de 15 años no estaban en el campamento; se turnaban brevemente para ir en busca de leña. Félix y Devin fueron a su compañía para vigilar que no cometieran estupideces
Luego una corriente de agonía me envolvió al recordar las palabras del castaño, "veremos cuánto resistes a ella". Recordar eso fue suficiente para empezar a sentir mi cuerpo presenciar leves espasmos, luego empecé a acalorarme, y deseé con intensidad librarme de esta isla. Ojalá el villano se haya olvidado de sus planes para esta noche.
Peter Pan no olvida
El castaño apartó la flauta y se levantó del tronco sobre el que estaba sentado a horcajadas con sutileza. En ese momento, sentí la dureza de su mirada puesta sobre mí y supe lo que significaba.
Relamí mis labios intentando romper el contacto visual. Soltó una carcajada con malicia en ese instante.
—¡Muchachos!—los llamó, quitándome la vista de encima para dirigírsela a sus niños perdidos.
En ese momento los niños que hace unos segundos danzaban como animales alrededor de la hoguera, dejaron de hacerlo para poner su atención en el villano.
—¿Creen que a nuestra nueva amiga le agrade nuestro juego de bienvenida?—dijo Pan alzando una ceja.
Todos voltearon a mi dirección, haciendo aparición de una sonrisa juguetona en cada niño perdido.
Sentí mi corazón desgarrarse en mi pecho. Empecé a sudar mientras apretaba mis puños, sintiendo como mis uñas se enterraban con brusquedad en la palma de mi mano.
—¡Una niñita no lo soportaría!
—¡Hagámoslo!
—¡Si!
—¡Será divertido!Hijos de puta.
Miré al castaño de ojos esmeralda con preocupación, sintiendo cómo mi pecho subía y bajaba agitadamente. A pesar de mi temor, Pan no retiró su sonrisa ladina de los labios, parecía disfrutar de mi ansiedad.
Luego mis ojos se posaron en los niños perdidos y distinguí a Miles, quien se mantuvo inmóvil desde que Pan los llamó.
—¿Están listos para nuestro pequeño juego? —preguntó el castaño con una sonrisa pícara.
—¡Sí! —gritaron todos los niños con entusiasmo, ansiosos por recibir las instrucciones de Pan. Todos, excepto Miles.
Mis piernas temblaron y mi mentón tembló mientras sentía las manos sudorosas y el corazón latiendo con fuerza. Busqué desesperadamente una vía de escape, pero a cada lugar al que volteaba, había más niños perdidos.
La sonrisa de Pan se extendía cada vez más al notar mi desesperación.
—¡Adelante!—anunció el villano cruzándose de brazos.
Los niños perdidos empezaron a cortar distancia, sonreían de manera juguetona ansiosos por iniciar.
—¡No!,¡NO!—grité parándome rápidamente del tronco.
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Tú eras mi destino Peter Pan
FanfictionRachel Jones Swan portaba con buena salud y una gran familia en Storybrook, pero ella se sentía a menudo fuera de lugar, ajena de todo lo que sucedía en Storybrook. A diferencia de su familia, nunca había formado parte de ninguna aventura mágica, lo...