Uberto y Elizabeth querían un alfa, ella concibió un omega. Un delicado omega con ojos mieles, cabello castaño rizado, nariz de botón y con aroma a Orquídeas. Desde que supieron su casta lo repudiaron por ser un omega hombre, lo maltratan y minimiza...
Emilio y Joaquín se encontraban en la sala, éste ultimo se encontraba en el regazo del alfa, jugando con los rizos del oji-café.
Habían pasados unos días desde que el castaño le armó su nido, mayormente se la pasaban ahí recostados y si alguien entraba a su habitación sin permiso, había un Joaquín muy celoso con su alfa y nido.
Pero ahora se encontraban en la sala, porque el rizado quería decirle lo que tenía planeado y quería ver si aceptaba, tener un hogarcon él.
Aún recuerda la dura batalla que tuvo contra su padre para que aceptara tener una casa con Joaquín.
Flashback:
— Padres quiero irme a vivir con Joaquín — les habló con una sonrisa orgullosa.
— No — dijeron ambos con el ceño fruncido.
— ¡¿Porqué?! — los miró sorprendidos, pues pensó que lo iban a apoyar, en especial su mamá.
— Primero lo quieres cortejar, te lo acepté, lo peor es que todavía ni lo terminas el cortejo — le apuntó con el dedo acusatorio — Ahora vienes porque te quieres ir de la casa — lo miró cómo si hubiese dicho la cosa más horrible del mundo.
— Te voy a decir algo claro Emilio, realmente tú crees que vas a poder hacer mucho en ese estado, mira, entiendo que quieres tener tu casa y privacidad, pero aquí nosotros ayudamos a Joaquín a cuidarte, eres consiente que él no puede hacer todo sólo — lo miró con una ceja alzada.
— Pero ya me he estado recuperando, ya puedo caminar, sólo que no le digo a Joaco porque me gusta que me ponga atención — les sonrió sonrojado.
— Ay Emilio sí que eres un caso perdido — le dijo su madre sonriendo divertida.
— Entonces... ¿si puedo? — les preguntó.
— Cla- — se vió interrumpido, pues Juan que no había opinado mucho, habló.
— Primero que todo si vas a comprar un casa, quiero ver en dónde van a vivir, tiene que ser un lugar seguro — aclaró el alfa mayor.
— Para acabar con ésto de una vez — suspiró — Yo y Juan iremos a verte muy seguido para ver cómo están ustedes, si les falta comida ó algo — Juan iba a hablar, pero Niurka lo volvió a interrumpir sabiendo que iba a decir — Y Juan vá a ver si la casa es buena para que Joaquín pueda vivir ahí —agregó y Juan sonrió.
Fin de Flashback
Después siguieron discutiendo más, en especial los 2 alfas hombres, pero terminaron aceptando.
La casa ya estaba comprada, Júan se encargó de escoger casas en vecindarios seguros, se las mostró al alfa, y él ya eligió una que era muy bonita y amplia.
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Pues ahora se encontraban a punto de conversar sobre eso, pues Emilio le había dicho que quería hablar de algo serio.
— Ya estoy listo — le confesó.
Cuándo bajaron el alfa se había puesto nervioso por su reacción, no sabía si iba a decir que no quería vivir con él ó que él tendrá mucho trabajo con él si están sólos, su mente empezó a tener ideas negativas, el omega le había dicho que se tranquilizara y cuándo estuviera calmado le dijera, que no tenía porqué estar nervioso.
— Y-yo quería preguntarte, o-osea sé que es muy pronto, pero enserio me gustaría construir un hogar contigo — lo miró con ojos iluminados.
¿Joaquín? Joaquín estaba a nada de sufrir un paro cardiaco, su alfa ¿Le había pedido formar su propio hogar?
— E-Emilio — lo miró con los ojos cristalizados — GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS — y le empezó a besar toda su cara, mientras el rizado soltaba risitas.
— ¿Entonces lo interpreto cómo un sí? — preguntó en medio de los besos y el ojimiel le sonrió en grande.
— Eso es un Sí me quiero ir a vivir contigo y empezar a formar nuestro hogar — le dijo mientras sonreía en grande al igual que el alfa — ¿Cuándo nos mudamos? ¿Ya encontraste una casa? ¿Yo puedo decorarlo? ¿Sabes qué? ni me respondas obvio que yo lo haré — sonrió triunfante mientras más ideas le venían a la cabeza.
— Puedes hacer lo que quieras — le dijo — Incluso mañana si quieres, vamos a ver la casa para ver si te gusta — vió que sus ojitos se iluminaban — mi papá me había recomendado muchas casas en diferentes vecindarios, pero yo elegí esa porque no sé algo dentro me dijo que era la indicada, pero si no te gusta podemos ver otras y escogemos — le avisó.
— ¡Ay! ya quiero verla — gritó emocionado el omega.
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