Uberto y Elizabeth querían un alfa, ella concibió un omega. Un delicado omega con ojos mieles, cabello castaño rizado, nariz de botón y con aroma a Orquídeas. Desde que supieron su casta lo repudiaron por ser un omega hombre, lo maltratan y minimiza...
Hoy la familia Osorio quería salir al bosque en su forma de lobo, necesitaban relajarse un poco y volver a conectarse con su lado animal, así que salieron en la mañana para tener más tiempo en el bosque, querían que sus lobos conocieran al lobo le Joaquín, pero había un problema.
Joaquín no sabía convertirse, ni siquiera sabía que eso se podía hacer.
Así que sugirieron que cuándo llegaran al bosque le enseñarían a hacerlo.
— Tengo miedo y ¿Si no me sale? — preguntó el omega una vez ya en el bosque.
— Sol — ese era un nuevo apodo que Emilio había elegido, y al castaño le gustaba — Si no te puedes transformar está bien, más adelante cuándo quieras podemos practicar y te vas a poder transformar, tranquilo — afirmó.
— Pero y si Temo les causa problemas y si se molestan sus lobos con él, digamos que él no es el más obediente del mundo — el castaño estaba preocupado puesto que no quería problemas, además si Temo lo controlaba que desastres haría.
— Joaquín no te preocupes, todo saldrá bien — dijo alentándolo.
— Ahora vamos a intentar hacerte convertir — declaró Eduardo y el ojimiel asintió.
— Bien, ahora primero, concéntrate y cierra los ojos - Joaquín lo hizo - piensa en convertirte en un lobo, avísale a Temo que tiene el permiso, dale la confianza y la libertad de hacerlo — y Joaquín estaba haciendo todo, incluso se sorprendió cuándo Temo le habló.
"¿Puedo?" - Pidió permiso su lobo.
"Puedes" - Concedió el castaño.
Su lobo ahora estaba a cargo, sus huesos empezaron a tronar y después ya estaba tirado en el suelo en su forma lobo.
Un hermoso lobo blanco con ojos mieles, toda la familia Osorio se quedó fascinado con el lobo que tenían al frente.
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Temo empezó a mirar todo extrañado, puesto que era su primera vez cómo lobo, después vió a su familia, quería hablar, sin embargo no le salía la voz, asi que empezó a desesperarse.
— ¿Temo? — preguntó Emilio, y se ganó toda la atención del lobito — No te alteres, ¿vale?, te vamos a presentar a nuestros lobos, para que los conozcan y jueguen, ¿eso quieres? — preguntó mientras acercaba su mano para poder acariciarlo y el omega se impulsó para que lo acariciara.
Juan se empezó a convertir, su lobo era color gris, Juno.
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