Uberto y Elizabeth querían un alfa, ella concibió un omega. Un delicado omega con ojos mieles, cabello castaño rizado, nariz de botón y con aroma a Orquídeas. Desde que supieron su casta lo repudiaron por ser un omega hombre, lo maltratan y minimiza...
Ahora mismo los dos; Emilio y Joaquín se encontraban en su habitación, junto a 3 pruebas de embarazo, los dos nerviosos y a la vez emocionados, hoy sabrían si había un cachorro en sus vidas, también sabían que cabía la posibilidad que el omega no estuviera en estado, pero aún así no perdían las esperanzas, habían esperado 2 semanas para poder hacer la prueba.
El alfa observaba las pruebas que estaban metidas en el vasito dónde había orinado Joaquín, los minutos ya habían pasado sólo era cuestión de agárralas y verlas.
— Tengo miedo — Joaquín susurró.
— No importa que salga, si ahora no es momento de tener un bebé será más adelante ¿bien? — le dijo mientras lo abrazaba contra su pecho y lo llenaba de su aroma para tranquilizarlo.
Vió cómo asentía, para después separarse e ir dónde estaban las pruebas, con las manos temblorosas las agarró y las volteó, empezó a soltar sollozos.
— No amor, no llores, sabes que había posibilidades, no te sientas mal Joaco — dijo Emilio preocupado mientras se acercaba dónde su omega.
— Alfa bobo, lloro, pero no de tristeza — se volteó para mirarlo con una sonrisa — ¡SEREMOS PADRES ALFA! — gritó mientras levantaba las pruebas de embarazo dónde se podía ver 2 líneas, positivo.
— ¡OH POR DIOS OMEGA, TENDREMOS UN CACHORRO! —gritó emocionado el alfa mientras llegaba dónde estaba — ¡Seré papá!
Los 2 se fundieron en un gran abrazo, dónde ambos lloraron de felicidad, por tener en su vida un cachorro. Emilio se agachó a la altura de la barriguita de su omega, para acercarse y darle besitos, haciendo reír a Joaquín todavía soltando lágrimas.
— Hola cachorro, soy papá Emilio, sé que no me puedes escuchar, pero te amo mucho, gracias por llegar a nuestras vidas.— escuchó cómo Joaquín empezaba a sollozar más alto — Te dejo un ratito, que papi Joaco está llorando, está igual de feliz que yo — dejó un último beso para después pararse y ver a su omega con una grande sonrisa.
— A-alfa — lo llamó, pero no Joaquín, sino fué Temo.
— Mi omega — Aris acunó su cara dándole un beso en su frente — Ahora tendré 2 cachorritos que cuidar — sonrió de tan sólo pensar que tendría un hijo — ¿Estás emocionado cachorro? — le preguntó.
— No soy un cachorro, soy grande y fuerte, alfa bobo — respondió Temo inflando sus mejillas — Y respondiendo a tu pregunta, sí alfa, estoy emocionado por tener a alguien con quién jugar — habló emocionado.
— Pero siempre puedes jugar conmigo — frunció el ceño confundido.
— Tú estás muy viejo alfa — le dijo mientras acariciaba su barriguita, pensando en cuánto iba a crecer.
— ¡Tengo sólo 21 años! — reprochó Aris mirándolo con sus ojos entrecerrados.
— Ya, ya Arís ,no te molestes, sabes que te amo y sólo juego— habló divertido mientras se acomodaba en el nido y lo llamó para que entrara con él.
— Yo también te amo omega — Aris empezó a besar todo su carita, ocasionando que soltara pequeñas risitas Temo, para después bajar dónde su barriguita — Míos — gruñó posesivo y dejaba besitos ahí.
— Tuyos alfa — respondió mientras se acurrucaba dónde su alfa para después quedarse dormido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
