📬 01. (D3)

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Hola, Hia.


No sé cómo empezar esta carta sin decir otra cosa que no sea lo siento. Siento abandonarte. Pero es que, no me dejaste otra opción que recoger las maletas e irme.  Estoy desesperado.  No puedo más con esta situación.  No sé de qué manera lograr de que cambies.  No sé qué más hacer o qué tengo que sacrificar para que dejes esa mierda.  He estado para ti, siempre, apoyándote y esperándote.  Nunca di un paso hacia atrás, o siquiera me mostré cansado de luchar a tu lado.  Jamás.

Tú, Zee, cruzaste un límite, y me pregunto, ¿si acaso te diste cuenta?  ¡Lastimaste a Andy!  Sé que no fue intencional, ¿pero, de verdad tuviste la osadía de traer una botella de alcohol a la casa?  ¿Qué pretendías?  ¿Bebértela hasta el fondo en lo que llegabas?  ¡Pues bien!  Esa botella de alcohol terminó echa añicos en el suelo y lastimó a la pequeña, mientras tú estabas inconsciente en el sofá.

Dijiste que cambiarías.

Dijiste que ibas a cambiar tan pronto nos enteramos de que la pequeña empezó a formarse en mi vientre, y yo te creí.  Creí en nosotros.  Durante todo el embarazo hice lo que pude, solo; mientras te rehabilitabas.  Pero, ¡hey!  No es queja, lo juro; porque todos los días de ese embarazo, cuando la pasaba mal, me reconfortaba en el nido de sábanas y ropa que dejamos preparado y que tenía tu olor impregnado.  Sin estar me curaste.  Sin estar me diste fuerzas y esperanzas.  Me convencía cada día de que saldrías a tiempo para el nacimiento de la pequeña, y que, todo estaría bien porque no volverías a tomar. 

Así fue. 

Año después, fue la primera decepción.  Descubrí dónde escondías tus botellas de alcohol.  Las paredes de nuestra habitación saben lo mucho que lloré.  Lloré porque me lo prometiste.  Prometiste que ibas a cambiar, por mí, por Andy, por nuestra familia.  ¿Sabes...?  Sentí como mi corazón se hacía añicos, pero nunca te lo dejé saber.  Tampoco te reclamé o te hice sentir miserable por tu recaída.  Al contrario, siempre fui compasivo.  Te consolé cuando lloraste en mi regazo pidiéndome disculpas y jurándome que no hace mucho recaíste por culpa del estrés del trabajo.  ¿Sabes...?  Me tragué mis propias lágrimas.  Me obligué a creerte.  Me mordí la lengua para no discutirte que el estrés del trabajo no es razón suficiente para volver a beber.  No sé cómo lo hice, pero recogí los pedazos de ambos y nos animé a luchar otra vez. 

Nunca te expresé la frustración que sentí muchas veces. 

Ojalá pudieras verte con los mismos ojos que yo te veo.  Hia, eres sin lugar a dudas el mejor hombre que he conocido.  Nadie me había llevado a citas tan románticas.  Nadie me había llenado de detalles o me mostró tanta atención como tú lo hiciste.  Nadie me hizo reír tanto.  Nadie me hizo hacer tantas locuras solo para ver a alguien.  Nadie me llenó de tantos besos, caricias y regalos como tu lo hiciste.  Nadie me decía cosas tan bonitas y me hizo sentir suficiente, amado. Por que sí, Hia, sabes que nunca había sido amado hasta que tú lo hiciste.  Nadie me había derretido el corazón y me hizo amarlo como te amo a ti.

Te amo y te extraño tanto, Hia.  Solo ha pasado unos días desde que recogí las maletas y me llevé a la niña.  Ella no deja de preguntar por ti.  Todos los días lo hace y yo ya no sé con qué excusa contestarle.  Me hace cuestionarme de si tomé la decisión correcta.  No obstante, trato de recordarme de porqué me fui cuando le cambio la venda en el piecito de nuestra Andy.

Yo...  Te tengo que admitir que me siento tan vacío ahora que no te tengo a mi lado.  Me doy cuenta de lo que hice y quiero salir corriendo a buscarte.  Pero no puedo.  No debo hacerlo. Este es mi inútil intento de hacerte reaccionar. Sé que abandonarte no es una bonita forma de hacerlo y que quizás todo fue muy abrupto e impulsivo, pero necesitaba llevarme a la niña. Espero que entiendas que en el estado que estás, eres un peligro para ella. Quiero volver a ti. Andy y yo queremos volver a ti. Pero, lamentablemente, no volveremos hasta que te rehabilites otra vez y estés un tiempo sin probar ni una sola gota de alcohol.

Así que, por favor, coopera... 

Hazlo por nosotros.


Con amor,
tu Nhu.

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¡Hola, hola!

Vengo con esta propuesta, la cual la misma está en su recta final desde hace meses. No he sido capaz de 'terminarla' por el consumo emocional que me genera. Entonces para motivarme, decidí publicarla poco a poco. Ciertamente hay algunos capítulos que son un sabor agridulce, como una curita al corazón y que me hace llorar bonito.

Quiero que experimenten lo mismo.

Gracias por leer hasta aquí.

Con amor (recuérdenlo),
Glorianys 💌

ESTADO DE EMBRIAGUEZ  📬  ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora