EPILOGUE

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Doce años después

Sasuke y Sakura habían regresado de su viaje de Nueva York. Ellos habían ido solamente ellos dos. Sus hijos estaban en el Internado Ermitage International School. Uno de los mejores colegios de Francia.

El viaje había sido principalmente por trabajo. Estaban atendiendo unas conferencias médicas. Sakura se había encontrado con sus amigas Ino y Hinata. Ambas se habían mudado a Nueva York.

Ahora que estaban de vuelta en Paris. Sasuke tenía vigilado los alrededores de la casa en la que ahora vivían. Una villa que habían mandado a construir de la forma que su esposa le gustaba.

Sasuke sabía que Naruto Uzumaki había salido de prisión el día anterior. Hasta el momento el rubio no había hecho nada. Se había quedado en un motel en un sector peligroso de Paris. Decidió hacerle una pequeña visita.

- Sakura, Cariño - ella volteó a verlo con una sonrisa - Saldré para encargarme de unos asuntos. ¿Quieres que te traiga algo? -

- ¡Si! - dijo sonriendo - Una torta de chocolate -

- Lo que desee mi hermoso Cerezo - le dio un beso en los labios.

Sasuke tomó su auto y manejó hasta una bodega. Dejó su auto y luego se montó en una motocicleta. Salió de la bodega y manejó hasta el motel donde se alojaba el rubio.

Entró al motel con sigilo. Nadie se dio cuenta que él había cruzado la puerta principal. Subió las escaleras sin hacer ningún tipo de ruido hasta llegar al tercer piso. Camino por el pasillo y entró a la habitación.

La habitación estaba levemente iluminada. Se fue hacia la esquina donde solo estaba la oscuridad. Esperando que el Uzumaki saliera del baño.

Naruto había terminado de bañarse. Cuando salió del baño ya estaba vestido con algo que compro de segunda mano en una pequeña tienda.

- Espero que los años privados de tu libertad sirvieran de algo - dijo alguien con una voz carente de emoción.

El Uzumaki se había asustado al escuchar la voz soltando lo que tenía en las manos. Luego respiro profundo.

- ¿Qué quieres Uchiha? - pregunto molesto.

- Asegurarme si quieres otro round o te irás como el perdedor que eres, inepto - dijo con frialdad.

- No haré nada. A pesar de que aún quiero a Sakura. No haré nada -  dijo cabizbajo.

Naruto había tenido un poco de ayuda psicológica de parte de la enfermera de prisión, La doctora Akira Inuzuka. La prima de Kiba. Ella le ayudó sin que nadie lo supiera a controlar su psicosis.

- Perfecto - le dio una sonrisa siniestra al rubio cuando salió de las sombras - En caso de que tu medicación deje de funcionar - dijo mirándolo con sus penetrantes ojos negros - Está vez será Knock out -

- Deberías ir al psiquiatra -  le dijo con despreció.

- Puede ser. Pero se exactamente cómo tratar mi situación Uzumaki -

El Uchiha salió de la habitación del Uzumaki. Naruto observó la puerta por donde salió el pelinegro. No lo admitió en voz alta, pero esas palabras que había pronunciado Sasuke lo dejaron con un escalofrío.

- No volveré a buscar a Sakura - suspiró - No vale la pena perder la vida por un amor no correspondido -

Sasuke salió del motel. Nadie vio que él había salido de ese lugar. Subió a la moto y manejo hasta la bodega. Entró tomó su auto y fue hacia el hospital, revisó unos documentos y luego salió para ir comprar la torta para su esposa.

Al llegar a la Villa su esposa lo separaba con la cena lista. Él sonrió y le dio un corto beso en los labios y le entregó la torta de chocolate en las manos.

Sakura le platicaba a Sasuke lo que había hecho muestras él se había ausentado.

- Llame a Sarada y Sanosuke. Mañana vendrán a la casa. Están emocionados de que regresáramos de nuestro viaje -

- Me alegro - dijo dándole una leve sonrisa - También quiero verlos -

Sasuke y Sakura pasaron una velada fantástica. Ella estaba emocionada de ver a los niños nuevamente, además, de que regresaría a sus labores dentro de tres días. Sasuke solo sonreía a lo que su esposa parloteaba. Solo quería que su Cerezo este feliz.

Al día siguiente los hijos de la pareja llegaron a la villa emocionados de ver a sus padres. Cuando vieron a su madre corrieron a abrazarla.

- Mamá te extrañamos mucho - dijo la pelinegra - ¿Como les fue? -

- Muy bien. Fue un éxito la conferencias - dijo con una sonrisa. Los niños iban a preguntar por su padre, pero en ese instante él estaba llegando al jardín, que era el lugar donde estaban ellos.

- Papá - dijeron alegres ambos Uchihas.

- ¿Como esta mi lindo cacahuate? - dijo sonriéndole a su hija mientras la cargaba.

- Papá no me digas a si - dijo mirándolo seria. Sasuke solo se rio - Estoy muy bien papá -

- ¿Y tú campeón? -

- Muy bien. Aunque hay muchas niñas fastidiosas siguiéndome a todos lados - dijo sin emoción alguna - También espante a los pretendientes de Sarada - el Uchiha mayor sonrió orgulloso de su hijo.

- Oh ¿Tienen pretendientes? - le pregunto Sakura a los niños.

- Ni siquiera sabía que tenía - dijo la pelinegra restándole importancia - Igual para mi es más importante mi rendimiento académico -

- Si mamá, pero son fastidiosas, así que las ignoro. No estoy para perder el tiempo en eso. Debo ser el mejor en e internado. Sarada ocupa el primer lugar al igual que yo -

- Lo importante es que estén haciendo lo que les gustas - dijo Sasuke tranquilo a sus hijos. Ellos asintieron felices y Sakura le sonrió a su esposo.

La familia Uchiha continúo disfrutando del día. Después del almorzar en casa, en la tarde salieron a pasear por las calles de Paris. Después fueron al teatro para ver una de las adaptaciones de las obras de William Shakespeare, Hamlet.

Sasuke miraba a su familia con una sonrisa en su rostro jamás se arrepentiría de haber secuestrado a su Cerezo, lo que si lo hacía arrepentirse fue la forma en como la trato. Dejo que sus cambios bruscos de ánimo afectaran a su esposa, pero desde que empezó el tratamiento cuando los niños nacieron se sentía mejor y mucho más desde que su esposa había aceptado sus sentimientos por él. Ahora él estaba en calma, su Psicosis estaba controlada.


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