Morí... Pero... ¡¿Reencarne En La Hermana Menor De Kagome Higurashi?!

Capítulo 3

En esos momentos me encontraba leyendo un muy buen libro en la sala de mi casa mientras estaba recostada en mi cómodo sofá, amaba mucho la lectura, sentía que podía sumergirme en ella, adentrarme en un nuevo mundo donde... en cierta forma, podía ser yo misma. Era... liberador. Seguí con mi lectura hasta que escuche un suave golpeteo en mi puerta, lo que ocasiono que me detuviera de seguir leyendo, con el ceño fruncido aleje mis ojos de la maravillosa escena que estaba presenciando en vivo y en directo desde mi imaginación. Solté un suspiro y deje enmarcada la página donde me había quedado para luego dejarlo sobre mi mesita de noche y levantarme a abrir la puerta. Mis pasos eran pesados, llore mentalmente ya que me habían sacado de mi paraíso. Llegue a la entrada y mire por la ventana de al lado, no era ninguna loca como para abrir sin más. Al ver quien era la personita que me había interrumpido, no pude más que respirar hondo para finalmente abrirle con mis llaves.

—Dame... una buena razón para no darte un coscorrón Ana...—dije seriamente a lo cual ella me dio una risa nerviosa. Sin dudar se quitó su bolso de su espalda y me lo extendió. Alce una ceja para luego tomarlo y abrir el cierre, sinceramente me sorprendí al ver su interior.

Eran una montaña de discos con portadas de animes y series.

—¡Feliz semana del anime Min! —dijo Ana con una voz cantarina mientras alzaba sus manos de manera exagerada.

—Esa semana no existe Ana... —intente decirle pero ella no me escucho. Ya que no tardo en meterse a la casa, dejándome en la entrada. Se notaba a leguas lo emocionada que estaba. Una pequeña sonrisa divertida adorno mis labios, alce mis hombros en modo de rendición y procedí a cerrar la casa con seguro.

Fui a la sala con el bolso en la mano, viendo que Ana ya se encontraba acomodando el DvD para ver películas, así que solo deje su mochila en el suelo para luego sentarme en el sofá de antes. Vi de reojo a mi libro y solo pude sentirme un poco triste ya que sabía que no podría continuarlo. Lo agarre consumo cuidado y amor para terminar guardándolo en un cajón de la mesita de noche. Ahí estaría seguro. Me recosté contra el respaldo del sofá y espere.

A los minutos Ana acabo de colocar todos los cables con la televisión y fue a su bolso de donde saco bastantes animes, tantos que me dejo sorprendida, veía que no había solo anime sino que también trajo series de terror, como "Estamos Muertos" o "The Walking Dead" alce una ceja ya que parecía que estaba adquiriendo nuevos gustos. Ella se volteó y me sonrió grandemente.

—¡¿Cuál quieres ver Min?! Esta semana conseguí comprar nuevas series, ¡y hay muchos isekais geniales! — estaba segura que si estuviéramos en un anime ella ya tendría brillitos rodeándola. Me reí y alce una mano para restarle importancia.

—Cualquiera está bien mientras tenga romance y algo de acción como peleas contra villanos—dije más animada que al inicio, ella asintió al instante y busco.

Pronto me extendió cinco discos, una ya me la había visto mientras que las otras no. Ella sonrió de manera tétrica, por un momento me imagine que el mismo Guasón estaría orgulloso si la viera.

—¿Qué te parece si vemos primero la de Estamos muertos y luego las otras? — se acercó al DvD y saco el disco de la caratula. Yo solo asentí con una sonrisa.

—Dale si va.

Apenas puso la película se colocó a mi lado y se recostó. Desde antes de que ella llegara ya tenía una gran taza llena de palomitas, golosinas, dulces y refrescos sobre mi mesa, ya que... bueno, me los estaba devorando mientras leía, además de que Ana también había traído unas cosas escondidas en el fondo de su mochila. La serie seguía, y al final término gustándome mucho su trama, aunque quería jalarles las orejas a ciertos personajes no puedo negar que estuvo buena, aunque me quede picada porque aún no había segunda temporada. Luego de eso vimos Tate no Yuusha No Nariagari, odie a la princesa que le puso esa vil trampa, pero me encanto ver lo fuerte que se volvió Naofumi. Al final siguió Kami nomi Zo Shiru Sekai, Kimi ni Todoke (la cual me enamoro por su ternura) y finalmente terminamos con... Inuyasha.