Le Huan, un Genio Farmacéutico, fue transmigrado a Na Juan, la peor y más odiada concubina del Emperador, junto con su hijo, quien se suponía que estaba muerto.
Le Huan ahora como Na Juan vivirá la vida de una concubina olvidada, pero ¿Por qué el em...
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Ha pasado un mes desde que Le Huan se convirtió en Na Juan, sus días no han sido más que tranquilidad, a menudo hace entrega de Hierbas y Colorete, si llega más dinero, se compra más comida, los días que pasan han sido más que pacíficos, Le Huan estaba durmiendo afuera bajo la sombra para conseguir un poco de aire fresco ya que la mayor parte del tiempo se la pasaba en el interior por lo que su tez se había vuelto aún más pálida y como hoy era un día brillante nada podría arruinarlo.
~ "Señorita, debe tener cuidado cuando está afuera, el sol no es bueno para la piel", Dijo Meilin.
Le Huan le pellizcó las mejillas feliz y burlonamente, su sirviente realmente era muy lindo.
~ "Está bien, está bien, este hombre ya no trabajará más con su pequeño sirviente, él entrará"
Cuando Le Huan entró, revisó su pulso, el Bebé está muy saludable ahora, pero no dejó de tomar la medicina con sabor desagradable.
~ "Iré a preparar algo para que coma la Señorita" Dijo Meilin.
Meilin era el mejor sirviente que un hombre podía tener, era divertido hablar con él y tenía todo preparado antes de que siquiera terminara sintiéndose cansado. Le Huan volvió a descansar un poco en el interior, después de un rato, pudo escuchar algunos pasos fuertes y arrogantes que no podían ser de Meilin, esos pasos no solo eran ruidosos sino que también arrogantes sin mencionar que habían más pasos de lo normal, después de que la puerta se abrió arrogantemente, Le Huan ni siquiera se molestó en levantarse, cualquier presencia grosera que haya decidido molestarlo no merece toda su atención.
~ "Despiértalo" Dijo alguien con la voz arrogante
Podía escuchar los pasos acercándose, cuando la mano estaba a punto de tocar a Le Huan.
~ "Tócame y te golpearé", Dijo Le Huan con arrogancia
Obligado a enfrentar la presencia, Le Huan se sentó y miró una figura muy hermosa que tenía delante, cuando vio el emblema del dragón en su ropa, inmediatamente supo quién era y se inclinó.
~ "Su Majestad Imperial" Dijo tranquilo y con gracia
El Emperador guardó silencio, se sentía complicado, miró a este hombre actuando tranquilo y elegante como si siempre hubiera sido así, tal vez porque no vio esos ojos llenos de obsesión.
~ "Levántate", ordenó.
Lo miró con expresión tranquila y elegante, los eunucos que lo rodeaban estaban en trance por su elegancia y belleza, era como un Dios Celestial, el Emperador fue tomado por la espalda por la Concubina, parecía diferente pero no mostraba su confusión.
~ "¿Sigues vivo?" Preguntó con frialdad
'Así que me enviaste aquí para morir'
Le Huan no se atrevió a expresar su opinión. La presencia de este hombre era aterradora. Era endiabladamente guapo e igualmente peligroso. Su aura ya lo estaba asfixiando. Tenía razón al no querer involucrarse con este hombre. Era un gran problema.
~ "Sí, su Majestad Imperial, esta Concubina está vivo y vive bien", Dijo inclinándose.
~ "Vivo, de eso estoy seguro, pero bueno, no se puede decir si finalmente aprendiste la lección"
~ "Esta Concubina ha aprendido bien la lección y la esperanza de su Majestad Imperial está complacida", Dijo Le Huan con paciencia.
De repente Meilin abrió la puerta
~ "Señorita, tengo su... ¡SU MAJESTAD IMPERIAL!"
Meilin se inclinó de inmediato y la comida que debía ser su cena cayó y se derramó en el suelo mientras el té le quemaba las manos a Meilin. Le Huan se estremeció al mirar a Meilin, quien resultó herido, pero no se atrevió a hacer nada que pudiera meterlos en serios problemas porque en la antigüedad, el temperamento vuela fácilmente y los castigos no son nada ligeros, una pequeña cantidad de dolor puede evitar muchas torturas.
~ "Ya veo, ya que te portaste bien, ¿Piensas que debería levantar tu castigo?"
Le Huan mantuvo la cabeza baja y respondió.
~ "Eso no es necesario su Majestad Imperial esta Concubina no desea molestarlo con su presencia"
El emperador se sorprendió, Na Juan no solo parecía tranquilo y bien portado, sino que rechazó la oferta de levantar su castigo o tal vez esto podría ser solo un alarde para llamar su atención.
~ "¿Y si te dijera que no estás molestando mi presencia, regresarías?" Preguntó con calma
~ "Esta Concubina ha sido castigado demasiadas veces, no desea regresar, se queda aquí y pasará inadvertido" Respondió aún más tranquilo.
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