¡Cartas para Kat-Chan!

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~Narra Katsuki~
7:30p.m.

Estaba caminando durante calles para así llegar a mi departamento, cuando finalmente llegué a casa prendí las luces y fui directamente al baño, hoy había sido un día pésimo, en los exámenes para UA me había desmayado después de derrotar a múltiples robots, los escombros atraparon mi torso, era difícil respirar, me desmaye, cuando desperté me dirigí a enfermería para agradecerle al chico que me salvó, había entrado a la enfermeria y me encontre a un chico...Yamikumo.

{Es muy parecido a Zuzu...}

Abrí la puerta de mi departamento y lo primero que hice fue dirigirme al baño para así revisar mis brazos, mis cicatrices seguían ahí, lo cortes antes hechos eran invisibles; salí del baño algo ansioso, cuando entre a mi habitación decidí recostarme en mi cama, mientras el silencio era fuertemente calmante mis lágrimas brotaron sin más, abrace una almohada con todas mis fuerzas, solo eso era lo que podía hacer porque Izuku no iba a estar para consolarlo más...

Cuando desperté a la mañana siguiente encima de mi mesa de noche había había una carta junto a la única foto de Izuku que había logrado guardar pues el casi nunca se tomaba fotos, aunque tenía miles de nosotros en su teléfono por el impacto no logré recuperar nada .

-¿Quién mierda entro anoche mientras yo dormía?...¡¿CÓMO MIERDA ENTRO?!

abrí la carta algo curioso pero inseguro.

Querido Rubí:
He pensado en ti desde hace ya algún tiempo, estoy simplemente extasiado de volver a verte.

Eres tan hermoso y resplandeciente como te recordaba, con aquel ego.

Es una tragedia que no pueda darte camelias o flores de cereso, pues como ellas eres sumamente hermoso a mis ojos así como a los ojos de Japón el cerezo es un encanto.

Lástima que tú piel suave y delicada sea lastimada por navajas, ojalá no lo intentes de nuevo querido.

Con el pasar de los años tu voz se ha vuelto meliflua, casi puedo sentir el sabor a caramelo en mis labios con sólo escucharte.

Te veré pronto mi flor de cereso.
Att: tú admirador secreto.

Me quede en shock durante algunos momentos.

{¿Mi voz es meliflua?}

Me caí a la cama algo confundido y mareado, la última carta que recibí fue de izuku un día antes de su suicidio...

-voy a tener que cambiar de apartamento...aunque, ¿quien demonios es mi "admirador"?

Decidí pasar los siguentes días buscando apartamentos cercanos a la UA pero que tuvieran buena seguridad, mientras me mudaba pude notar que Yamikumo vivía en el mismo complejo de apartamentos a los que recién me mudaba, me ayudó a subir caja tras caja a mi nuevo departamento, fue raro cuando repentinamente me ofreció dulces picantes, al parecer el no era el mayor fan del picante pero tenía consigo pues le recordaban a un amigo de la infancia, me contó un poco de su vida, cuando pregunté por sus padres se quedó estático.

-Ellos murieron cuando era joven, la mayoría de mi vida la e pasado en orfanatos.

-Oh, lamento preguntar un tema tan sensible.

Por alguna razón tenía un fuerte similar con Izuku así que a veces me le quedaba viendo fijamente.

-¿Tengo algo en la cara?, ¿o acaso arruine el momento?- el peli negro parecía nervioso por haber cometido un error al hablar de eso, pero cuando me vio sonreír fue como si se sintiera aliviado de no haber arruinado el ambiente.

Repentinamente note pecas en su rostro así que me acerque un poco más para verificar si eran reales, el se alejo, se paró y se fue.

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Pronto se va a cumplir un años desde la publicación del primer capítulo así que pienso publicar un especial, aunque sigo indecisa si un preguntas y respuestas o un capítulo del futuro

Obsesión Disfrazada De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora