04

59 14 0
                                    

☆ LA CHISPA ☆

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LA CHISPA

— Creo que ya deberíamos ir al jardín, está empezando a anochecer —sugirió el mayor.

— Okay —respondió el otro. A Heesegung le pareció muy cortante su respuesta, no le gustaba que no le mirara a la cara, quería saber si estaba incomodando al menor, pero decidió que era mejor no insistir. Ambos chicos se limitaron a salir del festival en silencio para subirse a la bicicleta como la vez anterior y empezar a dirigirse al último sitio.

Durante todo el trayecto, los chicos se sumergieron en sus propios pensamientos. Ese día habían tenido muchas interacciones agradables juntos, cosa que contrastaba bastante a como era su relación en la escuela. Jake no entendía por qué reaccionaba de esa manera, nunca se había sentido tan nervioso al lado del mayor, supuso que era por la sorpresa de conocer otra faceta del mismo que no esperaba que le gustara. Mientras que Heeseung, no entendía por qué de repente se preocupaba tanto por lo que pensara el menor de él, en cada juego al que se subieron había intentado hacer las cosas más llevaderas, considerando que en la escuela no se soportaban, pero al no tener respuesta de Jake, sentía que lo rechazaba. Y eso le dolía porque quería agradarle.

Heeseung hizo su cabeza hacia atrás para dejar de pensar en todo, solo quería disfrutar de ese momento mientras las brisas del viento chocaban contra su rostro. Luego de unos minutos, se enderezó y concentró su mirada en la espalda de Jake. Era imposible no pensar en él cuando lo tenía justo enfrente. Alzó la muñeca para checar su reloj de mano, la lluvia de estrellas empezaría en una hora, iban a buen ritmo para verla a tiempo.

Al llegar, Jake dejó su bicicleta estacionada al lado de un grupo de carros de personas que también venían a ver la lluvia estrellada. Los chicos empezaron a adentrarse en el inmenso jardín. En realidad era un campo irregular repleto de distintos tipos de flores. Miles de colores mezclados, tamaños diversos y aromas placenteros creaban una atmósfera dulce. Luego de caminar un rato llegaron al centro, el lugar más llamativo de ese jardín, pues se concentraban todas las flores Ryusei No Hana. Estas flores eran de un tono lila con el centro más oscuro que las puntas de los pétalos, los cuales eran ovalados y con una apenas notable punta en los extremos, cada flor tenía alrededor de cinco pétalos en cada una de las dos capas que las conformaban.

Los chicos se detuvieron en una zona de pasto donde no había tantas flores y decidieron sentarse a esperar. Heeseung cruzó sus piernas y Jake abrazó sus rodillas. La noche se hizo presente y la poca luz que iluminaba el terreno provenía de las múltiples estrellas que salpicaban el cielo. Jake miró la pantalla de su celular, se suponía que ya debería haber empezado la lluvia de estrellas.

— ¿Si crees que pase? —preguntó a Heeseung para romper el incómodo silencio.

— No lo sé —contestó. Jake suspiró y se dejó caer en el pasto para tener mejor vista del cielo y descansar su espalda.

Spark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora