Marculi 2.0

Promesas

-¿Por qué dejaste pasar tanto tiempo? - Dijo suspirando acompañado de una voz rota, casi al borde del llanto.- Deje todo por vos, no hay más novio, no hay más ataduras, sólo una chica rota que nunca más supo algo de su verdadero amor. 

Se dejo caer en el suelo, no podía ser real lo que estaba pasando. 

-Perdón, no me sale otra cosa que decirte ¿podemos intentarlo de nuevo? - Su voz temblorosa al borde de llorar hizo caer en la realidad a la rubia. 

-Marcos, no podes aparecer así como si nada, por teléfono, merezco una explicación- Sonaba ¿enojada? demasiadas emociones recorrian ese pequeño cuerpo.

-Lo sé, es dificil de explicar, fueron muchas cosas, por favor necesito que me perdones, quiero verte y contarte todo, no es fácil, por favor estoy dispuesto a viajar ahora mismo si queres.

-No, no quiero que vengas, dame tiempo.- Suspiró y colgó la llamada. 

No entendía nada, ¿por qué llamarla así? ¿por qué después de tanto tiempo?. Se puso de pie, respiro profundo e hizo lo que cualquier persona en su situación debería hacer, llamar a su terapeuta. 

-Cris, me acaba de llamar, pidiendome disculpas, quiere verme, que lo intentemos de nuevo - Caminaba en circulos al rededor de su habitación.

-Okey ¿Cómo te sentis al respecto?

- ¿De verdad me vas a preguntar eso? Está bien que te pago, pero ¿podes tratarme como persona y no como paciente?- Detuvo su caminata y cruzo los brazos mientras sostenia el telefeono con su hombro.

- Se que sos persona, y logré quererte, pero necesito saber como te sentis, no te puedo aconsejar así como si nada, no es una situación que pase todos los días, estamos hace meses tratanto esto como un problema.

Comenzó a tomar noción de lo que estaba pasando, es real, tantos meses llorando horas y horas para que ahora aparezca como si nada. 

-Feliz, creo, necesito verlo, abrazarlo y también pegarle una piña por haberme abandonado.

-Perfecto, si es una emoción buena, y creo realmente que también se merece unos cuantos golpes, ¿por qué no aceptas que venga a verte?

-Por que quiero ir yo a verlo, quiero escaparme de acá ahora mismo. 

-No sé si esto pone en juego mi matrícula, pero anda, corré y toma el primer avión, si esto sale mal, el resto de las sesiones corren por mi cuenta. 

-TE AMO CRIS SOS LA MEJOR DEL MUNDO.- Gritaba mientras saltaba sonriendole al celular. 

Estaba loca, su terapeuta la apoyaba, más lejos del pozo depresivo en el que estaba no iba a ser posible caer, si todo salia bien, estaria con su amor, si todo salia mal, por lo menos podría entender el motivo por el cuál la abandono tanto tiempo. 

Sacó toda la ropa de su armario y como pudo la hizo entrar en una carry on, no sabia por cuanto tiempo se iria, podia ser un día o quizas se quedaría con el toda su vida. Buscó dentro de los cajones todos sus documentos, los guardo en su cartera junto a su telefono y billetera. 

Bajó las escaleras corriendo, lo que sorprendio a su familia que se encontraban en el sillón de la sala viendo videos del viaje de su hermana mayor. Se despidio sin dar muchas explicaciones, sólo que surgió algo de imprevisto y aún no tenia fecha de regreso, solo prometio avisarles si tenia algún tipo de problema, todos asintieron despidiendola pero alguien tenia una mueca distinta, su hermana Camila, con quien tenia una mayor conexión casi como mellizas, advino de que se trataba ese viaje repentino, recordó exacta su charla con Valentina en Francia.

Julieta le rogaba al taxista que acelere todo lo que pueda, necesitaba teletransportarse a ese aeropuerto, siempre lograba todo lo que se proponia, ese viaje de aproximadamente 25min, se convirtio en uno de 10min. Se bajó corriendo mientras le agradecia gritando al conductor, debía conseguir un boleto lo más rápido posible para llegar a Salta, no importaba el precio o el asiento disponible, solo importaba llegar. 

-Estoy subiendo al avión, no te arrepientas de querer verme ya es tarde, espero que me vayas a buscar. Le envio el mensaje a Marcos y apagó su teléfono. 

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Estaba confundido, me corto la llamada, con todo lo que me había costado tomar la decisión de decirle lo que me estaba pasando, seguramente debí parecer un idiota, aparecer así como si nada, debe odiarme. 

Tomé a Mora entre mis brazos y me recoste en la cama mirando el techo, no sabía que pensar, estaba al borde de quedarme dormido cuando mi teléfono comenzó a sonar:

Ju💕: Estoy subiendo al avión, no te arrepientas de querer verme ya es tarde, espero que me vayas a buscar.

No podia creer que fuera real, estaba viniendo a verme, no hacia 3hs la había llamado, esta mujer es increible. Busque un buzo en el armario y corrí al auto, tenia que estar en el aeropuerto apenas baje de ese avión, no podia hacerla esperar. 

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El avión se detuvo, las azafatas nos explicaban amablemente como debiamos hacer para salir pero mi cabeza solo estaba creando realidades alternas de como reaccionaria al verlo. Al poner los pies en la tierra sentí esa brisa calida que solo se siente en esa provincia, suspiré no sabía que podía pasar a partir de ahora. Entre la multitud lo ví, alto y bronceado como siempre, sus mechones rubios como el sol y algo entre sus manos ¿eran flores?. Corrí, corri lo más fuerte que pude, mis piernas sin fuerza solo seguían por inercia, solo quería llegar a su lado, salté y me colgué de su cuerpo, mis brazos abrazaron su cuello, sentí como dejo caer las flores al suelo para tomarme de las piernas, en ese instante lo besé, me sentía en una película, eramos solo nosotros dos, dejando que nuestras bocas se reencuentren, que por fin sientan nuevamente ese sabor.

-No puedo creer tenerte acá, prometeme que no nos vamos a volver a separar - Dijo con la respiración entre cortada, mientras aún sostenia de los muslos a la rubia, no podia dejar de mirarla y sonreir. 

-Prometo que no me voy a ir, que a partir de hoy comienza nuestra historia- Respondio dejandole un beso pequeño en sus labios y soltandose del agarre de un salto.- Pero, hay muchas cosas que aclarar - Su voz había cambiado, se notaba más seria, como si la burbuja de amor se hubiese pinchado. 

-Lo sé, pero todo a su tiempo, ahora hermosa princesa, debo llevarla al castillo- Tomo su mano para guiarla a la salida del aeropuerto. 

-¿Qué hiciste durante todo este tiempo? - Preguntó curiosa la rubia mientras acariciaba con su dedo pulgar la mano del alto. -

-¿A parte de extrañarte? No mucho.- Le sonrió achinando sus ojos.- Mirá ese es mi auto, dejame que guarde la valija y vamos. 

Emprendieron camino hacia la casa de Marcos, era increible ver el paisaje desde la ventana del auto, parecia de película.

-¿Podemos parar? Me gustaria ver el atardecer .- Preguntó la rubia sin dejar de mirar por la ventana.

-Si claro, sus deseos son ordenes.

Detuvieron el auto al costado del camino y en silencio se dedicaron a observar el cielo, comenzó a correr un viento algo frio por lo que el decidió sacarse su buzo y darselo a ella, no podía permitirse que se sintiera incomoda. 

-Gracias, creo que estoy viviendo un sueño y tengo miedo de despertarme.- Dijo alzandola y abrazandola.

-Quiero creer que esto es real y no es una alusinación debido a las pastilllas que tomo.- Sonrio acariciandole el rostro y dejando un beso sobre sus labios

Holi, aparezco. Por fin hubo reencuentro, proximamente viene otro reencuentro (sesual) pero no todo es color de rosa, por lo que también viene algo de drama. Gracias por el apoyo aunque no actualizo seguido.