Capitulo 2: Buen par

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Fang estaba peleando contra El Primo, algo difícil le resultaba pero pudo ganarle después de un tiempo. Buscó a Rosa a su alrededor, sin encontrar señales de dónde se escondió, fue en busca de su compañero de equipo el cual también estaba desaparecido.

Se detuvo a un lado de unas vallas, sintiéndose frustrado, su contador de cubos de golpe había subido de 4 a 7 en un segundo. Por un momento se planteó la idea de que no debía preocuparse tanto por él, apenas habían empezado y Edgar ya iba a la cabeza..

Fang: No tuve que haber aceptado..–. Se froto la cara con las manos mientras se metía a los arbustos a descansar un momento, después de todo, se veía que no lo necesitaban.

Expectante, se quedó mirando el contador en su cabeza, sabiendo que todavía quedaban 3 equipos para eliminar, si no sacaban alguno afuera podrían perder copas.

Fang: No queda de otra, tendré que buscar a Rosa–. No alcanzo a terminar la frase que un grito casi lo deja sordo.

–¡¡Ahhjaahja!!–.

Fang: ¿Que caraj..–.

Fang:

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Fang: ..os–.

En esa milésima de segundo que levanto la mirada, todo parecía congelarse, sus brazos instintivamente se alzaron lentamente para atrapar al hermoso ángel oscuro que caía frente a él. La luz lo iluminaba, haciendo que su piel de porcelana brillará al descender. El corazón de Fang entro en corto circuito, sin poder apartar la vista. La cara sorprendida de Edgar fue lo último que vio.. y de golpe ya estaban rodando en el suelo.

Edgar: ¿¡Acaso eres estúpido!?¿Por qué no te corriste si me viste llegar?–.

Fang: Mis piernas no respondían..–. Su rostro se sentía caliente, aún hipnotizado del suceso anterior, estaban a tan pocos centímetros del otro.

La mirada enojada de Edgar cambio a confusión, no entendía la extraña tensión que estaba sintiendo entre ambos, ¿Por qué lo miraba tan fijo? Era tan incómodo para él pero no le salían las palabras para rechistar

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La mirada enojada de Edgar cambio a confusión, no entendía la extraña tensión que estaba sintiendo entre ambos, ¿Por qué lo miraba tan fijo? Era tan incómodo para él pero no le salían las palabras para rechistar.

–¡SOBREVIVE!–.

–¿What's?¿Somos los últimos?–. Dijeron al mismo tiempo.

Se levantaron del suelo a mirar fuera de los arbustos, a ver quienes quedaban en pie todavía. Para su buena suerte, eran Bee y Dynamike, los que estaban en el centro del mapa.

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