✰ʀᴇɢᴀʟᴏ ᴅᴇ ʟᴀꜱ ᴇꜱᴛʀᴇʟʟᴀꜱ ✰ |ᴍᴀʟᴇ ᴏᴄ - ᴛᴏʜ|

Mini Titanes_06

- Mini Titanes -

- eh? -

- ¡Los pequeños Titanes, tienes que verlos! - Decia el pequeño emocionado

- ¿Hay Titanes pequeños? -

- Si si si, los verás pronto, son muy geniales, te encantará jugar con ellos - el Coleccionista con un chasquido de sus dedos hizo que apareciera una gran puerta

La puerta se fue abriendo por si sola, dejando a la vista pequeños seres caminando por toda aquella extraña sala

- Mini Titanes... Lindos- fue lo único que pudo decir Orion ante la sorpresa

- ¡Lo se! Son muy muy muy lindos, aquí son los únicos que juegan conmigo, por eso son muy geniales también - se dirigió corriendo hacia ellos jugando a atrapar a un pequeño titán

Era, simplemente grandioso ver eso, en el pasado, nunca creería poder ver un "titán" así de indefenso, aunque eran bastante grandes en comparación de las criaturas en el bosque, eras muy pequeñito en comparación a los Titanes que veía afuera

- ¿Quieres jugar con nosotros? - pregunto el niño, que sostenía en el aire a uno de los Titanes, al parecer el juego había cambiado

-No, tranquilo, estoy bien desde aquí, así que mientras tanto dime ¿Tienes permitido jugar aquí? - El tono de Orión se torno a tono de regaño, pero también había cierta preocupación en el

- Uh, Los Coleccionistas y los Titanes no se llevan particularmente bien, pero nosotros los pequeños, nos llevamos de maravilla - respondió, desviando su mirada y con algo de nervios

- Príncipe, no evadas mi pregunta ¿Lo tienes permitido? - El Coleccionista inflo los cachetes y empezó a ignorar a el mayor

Un silencio sepulcral invadiria la sala de no ser por el sonido que producían los pequeños Titanes al caminar y jugar

La mirada de Orión seguía fija en El Coleccionista, mientras que esté solo jugaba con los Titanes, tratando de ignorar lo más que pudiera a Orion

Las horas pasaban, Los pequeños seguían jugando y Orion solo descansaba un rato sentado mientras Leía lo que al parecer era un libro, era bastante extraño, pero almenos entretenido

Hablaba sobre los Coleccionistas, cuando Príncipe le había mostrado todos sus libros, el tomo ese, supuso que no había mucho problema si lo tomaba sin decirle

"Igualmente a Príncipe no le importará"

Era bastante incómodo leerlo, incluso, la piedra donde estaba escrito todo podría decirse que es más pesada de lo usual

Realmente debía ser un libro importante

Por el rabillo de el ojo se dió cuenta cuando el menor se quedó quieto, este miraba un signo que estaba brillando en la pared, no sabía que significaba, pero al parecer, El Coleccionista si

- Adiós pequeños, debemos irnos - dijo el menor con cierta tristeza y fue hasta donde estaba Orion

- Orion, ya debemos irnos, levántate -

El mayor no respondió pero se levantó y siguió al coleccionista hasta que salieron de esa sala

Caminaban en silencio, era tranquilo, pero los dos se sentían realmente mal por no hablarle al otro

Orion estaba preparado para seguir el resto de el camino así, hasta que escucho unas gotas caer al suelo

Se volteo, solo para encontrar los ojos inundados por lágrimas de El Coleccionista

- ¡Ey! ¿Que pasa? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? - dijo preocupado y rápidamente se arrodilló ante el menor

- hic- perd-hic- perdón - Casi ni se le entendía pero Orion tenía una idea de lo que sucedía

- Oye, Oye, estoy bien, no estoy enojado, solo estaba preocupado por ti - decía Orion mientras revolvía el pelo de el menor

- ¿Lo hic- prometes? - Dijo y levanto su dedo meñique

- Así no se usa realmente las promesas de meñique, pero lo prometo, prometo que no estoy enojado - y le dió una pequeña sonrisa mientras extendía su meñique también

- La verdad es que, los otros Coleccionistas saben que juego con los pequeños Titanes hic- pero... Los Titanes grandes no saben que juego con sus hijos, por eso debíamos irnos, ya venía uno de ellos - levanto sus brazos en dirección a Orion y este comprendió que quería

- Esta bien, mientras no nos encontremos con ellos no habrá problemas ¿verdad? - El Coleccionista asintió

Orion tambien extendió sus brazos para abrazar al menor, y después de esto lo levanto

Con la mente ya tranquila, El pequeño durmió tranquilamente en los brazos de el mayor, sintiéndose seguro y querido

Otro día había terminado, pero los días ahora eran más cortos para los dos, con una buena compañía, cualquier día es corto