Todo había pasado demasiado rápido, pero no me asustaba, me sentía más tranquilo y feliz que nunca
Me sentía libre
Después de un viaje en esa rara Alfombra/estrella paramos en una puerta que se abría en medio de la nada
El daba pequeños saltitos y tomo mi mano para apurarme a entrar por aquella puerta
Hizo un pequeño movimiento y la puerta se abrió de par en par, dejando ver lo que había dentro de ella
Ese espacio era simplemente... Hermoso, era grande y tranquilo, había un gran silencio de no ser por los pasitos que daba el niño
Había una bolsa gigante flotando en la nada, sobre ella, una cama, por muy lindo que fuera, se veía realmente solitario
- bueno, aquí vamos a dormir! - trono sus dedos y mágicamente apareció una segunda cama y una mesa de noche - tenemos mucho que hacer mañana, debo mostrarte el lugar, debemos jugar con los demonios y con los Titanes también, es muuuuuy divertido - su sonrisa cada vez se hacía más grande, aunque ya estuviera sentado en su cama, movía felizmente sus pies
- Te gusta mucho jugar, verdad? - di una sonrisa amigable y el respondió moviendo energéticamente su cabeza de arriba a abajo - Nunca haz traído a alguien más aquí verdad? - Pregunté aunque la respuesta fuera obvia, solo había una cama, y se veía demasiado emocionado por mostrarme una pequeña parte de su vida
Su expresión se convirtió en una realmente lamentable nego suavemente con la cabeza y suspiro - Los demonios no juegan conmigo, aveces los trato de traer, pero apenas me ven salen huyendo, y ni hablar de los Titanes, cada vez que trato de hablarles me empiezan a lanzar ataques - Contó tristemente mientras miraba al suelo
No entendía porque, pero mi estómago se revolvió al escuchar eso, algo dentro dei dolía, como si compartiera un corazón con el niño frente a mi
- Yo voy a jugar contigo, por siempre - me senté a su lado y revolvi su pelo un poco, el se recargo en mi hombro
- Lo prometes? - sin responder, rodee su meñique con el mío
- Que es esto? - ví su cara confundida, pero apretando más fuerte mi meñique, su fuerza era monstruosa
- Es una Promesa de meñique, no puedes romperla, así que desde ahora, por siempre y para siempre, me quedaré a tu lado, porque ahora somos amigos, no me alejaré de el Coleccionista - el brillo volvía a sus ojos mientras miraba fijamente nuestras manos
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- Si somos amigos, no me puedes llamar Coleccionista, Tu eres "Orion", ese si es un nombre genial -
- Bueno, entonces cuál es tu nombre? - Hasta ahora nunca me lo dijo, entre mis recuerdos, mis cercanos solo lo mencionaban cómo "El Coleccionista" así que no se otra forma de llamarlo
- Dame uno! Y debe ser genial, tan genial como yo - Por su emoción pude ver incluso estrellitas flotando a su alrededor
- Mocoso? - El nego he hizo una pequeña mueca inflando sus cachetes
- Enano? - La mueca se hizo más grande, sus cachetes ahora parecían dos globitos
- huuug, Principe, serás un príncipe - Porfin hizo una cara de aprobación
- Si! Si! Si! Es genial, los príncipes son geniales! - Empezó a dar saltos en la cama con una sonrisa de oreja a oreja
- Orion! Tu y yo seremos muy buenos amigos, por siempre y para siempre, serás mi amigo - Creo que desde ahora tendré un bonito motivo para vivir
