Perlas

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Saori's pov

Ya habían pasado 2 días de aquel baile, esa noche bailé con el hasta que mis pies dolieron. Con cautela nos escapamos del baile, rogando que nuestros padres no nos vieran, gracias a los santos nadie se dió cuenta, hablamos sin prestarle atención al tiempo, al mundo, solo eramos nosotros en nuestra burbuja...

2 días atrás...

Estábamos corriendo por el jardín hacia una pequeña cueva escondida.

—Bien, aquí estaremos tranquilos, solo mi hermano. — Me giré hacia él con una sonrisa en mi rostro. Aunque una punzada se sintió en mi corazón al darme cuenta de que había roto una de las reglas de mis padres. "Nunca estés sola con un hombre", cosa que se notó, y lo sé por sus palabras.

—¿Estás bien? Te notó algo angustiada, o atormentada, princesa.

—Estoy bien, no importa. — Mi ojos se posaron en sus ojos, unos tan bellos que me habían atrapado, y me llamaban a verlos por toda la eternidad, mi mirada fue bajando, su piel era blanca como la nieve, su cuerpo era adornado por un elegante traje negro, diseños dorados en las mangas y un broche de su reino en la parte izquierda de su pecho. A leguas se podía ver que su cuerpo estaba formado, tenía unos cuantos anillos en sus dedos, sus dedos eran largos y delgados.

Mi mirada volvió a su rostro, en el cual había una sonrisa. Mis mejillas se tornaron de un leve color carmín.

—¿Fui obvia al verlo, principe hyuga?—Pregunté con temor. Siendo una pregunta estúpida, porque ya ambos sabíamos la respuesta.

—Efectivamente, princesa. Demasiada obvia, así que si usted ya me observó, creo estoy completamente en mi derecho de observarla a usted. — Terminando de decir esto, con pasos lentos se terminó de acercar a mi, puso su manos en mis hombros, un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su tacto.
Con poca fuerza me hizo sentar en una pequeña roca que había ahí.

Neji's pov:

Tal vez solo use esto de excusa para estar más cerca de ella, pero no importa. Me acerqué a su rostro, tan cerca que solo tendría que moverme un poco y podría saborear sus labios.

Sus ojos eran tan celestes como el cielo, su cabello tan oscuro como la noche. Su piel pálida, sus labios rosas. Sin duda era la mujer que todo hombre buscaba, la mujer que yo quería como esposa. Y no solo hablar de su físico, era conocida por su amable corazón, y ser tan humilde, sin importar si eran principes, reyes, reinas, cancilleres o simples plebeyos, para ella todo eran iguales.

Me alejé de ella, me senté en frente de ella. —¡Bien!, ¿algo de lo que desees hablar, sasa?—Sus ojos se abrieron de par en par, supongo que el apodo que fue lanzado sin previo aviso. Sin embargo, vi como sus labios se abrían, así que supuse que ya tenía un tema del cual hablar.

—Bueno, de hecho sí, mis hermanos son principes, creo eso es obvio. Y tú también, también es obvio eso... —Solté una pequeña risa al ver como trataba de formular la pregunta.— ¿Tú tienes entrenamiento? ¿Sabes de armas?

—Saber de armas, y saber luchar es algo esencial para un príncipe. Así que respondiendo tu pregunta, sí, sé de armas. —Dije con un tono relajado, mi mirada bajaba hasta sus labios, "Dios, como muero por un beso de ella"

—¿Me enseñas tiro con arco?— Mi mirada y atención se fueron  de sus labios para irse a sus palabras. —Sé que suena algo loco, y sin sentido, sé que soy una princesa. Pero de verdad quiero aprender. Les he rogado a mis hermanos, pero siempre se niegan. Y...—No dejé que terminara de hablar—

—Está bien, yo te enseño. Pero debes darme algo a cambio cuando acaben las lecciones. ¿De acuerdo?

—De acuerdo...

Actualmente...

Neji's pov

Me encontraba en el salón de música, era enorme, de un calor blanco, decorados dorados por cada columna.
Estaba sentado frente a un piano de color blanco, como la nieve. Mis ojos estaban cerrados sintiendo la música fluir entre mis venas, cada tecla era un respiro de este mundo. Un aliento, mi mente divagaba entre los recuerdos de esa noche. Su bella risa, sus hermosos ojos, su delicioso aroma.

Estaba en mi mundo, en un mundo que no había nadie más, solo ella, yo y la luna que fue testigo de como mis sentimientos solo crecían y rogaban por ser confesados, como mi corazón saltaba como loco.

—Vaya, alguien está inspirado, ¿no hermanito?—Mis manos dejaron de moverse sobre aquel piano, mis ojos se abrieron, mi alma y mente volvieron a este mundo. Pude ver a una castaña de 14 años. Miré hacia la puerta y ahí estaba mi otra hermana, hinata.

—No deberían estar sin su dama de compañía, pero respondiendo a tu pregunta, sí estoy inspirado o lo estaba, hasta que un pequeño cabrito interrumpió mi momento.— Dije esto y me levanté hasta donde estaba, tocando su nariz. Hinata entró un poco más a la habitación riendo suavemente. Me dirigí de nuevo al asiento del piano, disponiéndome para volver a tocar aquel instrumento.

—Primero: Padre dijo que dejaras de decirme cabrito, ¿de acuerdo?

Segundo: No te importó que la princesa Saori no estuviera acompañada de una dama de compañía, más bien parecías disfrutarlo.—Dijo con un tono de superioridad, como si hubiera logrado ganarle a mi padre en el ajedrez.

Al momento que escuché decir esto a mi hermana, mi sangre se heló de inmediato. —¿Disculpa, Hanabi? ¿A qué te refieres?—Intenté esconder mi nerviosismo ante mis hermanas.

—¡Hanabi!, te prohibí que dijeras eso. —Trató de regañar mi hermana, pero debido a su extremadamente dulce voz, es difícil tomar sus regaños en serio.

—Te prometo que no iba hacerlo, hermanita. Pero el empezó por decirme cabrito. ¡Y sí!, nosotras te vimos escaparte con la princesa. —De un móvil rápido me levanté y tapé su boca, no podía permitir que alguien escuchara de mi aventura con la princesa. Mi hermana quitó mi mano de su boca— ¿Qué sucede, te asustaste?

—¿Mi padre nos vio? — Pregunté demandante.

—¿Verte qué, Neji? —Cuando escuché su voz mi sangre se heló el doble de lo que estaba. Miré hacia aquella puerta marrón. Tragué saliva.

—Papá...—Mencionamos los tres al mismo tiempo...

𝔏𝔞 𝔣𝔩𝔬𝔯 𝔢𝔫𝔧𝔞𝔲𝔩𝔞𝔡𝔞 -Neji Hyūga-  +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora