𝗠𝘆 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗿 𝗳𝘂𝗰𝗸𝗲𝗿 | Luckity 🔞

Capitulo 2

Rompiendo paredes y corazones.
¿Qué era lo que Quackity había dicho?

—¡Oh! Luzu, no te esperaba aquí…— dijo Rubius, sorprendido. El humano acababa de saltar del Portal Final de camino a visitar a su amigo Dragón en su casa. Lo que no esperaba ver justo después de saltar del vacío brillante eran dos calaveras en llamas mirándolo como si fuera su próxima comida y un híbrido wither con aspecto muy irritable de pie detrás de ellos.

—Rubén…— respondió el otro en un ominoso saludo. Incluso un ciego podía ver que Luzu claramente no estaba feliz de verlo. El medio wither estaba mirando al bajo humano, con los brazos cruzados y el pecho hinchado para mostrar su fuerza.

Rubius no entendía lo que provocó todo este posar para la mierda de dominación. Si bien sabía que al hombre realmente no le agradaba, nunca mostró este nivel de odio por Rubius. ¿Le hizo algo la última vez que visitó el Fin?
Rubius no recuerda haber hecho nada en particular para activar el híbrido wither. Tal vez Luzu estaba de mal humor y tenía ganas de desquitarse con Rubius.
Por otro lado, Luzu no era realmente la persona adecuada para hacer algo así. Si bien los dos no hablaban muy a menudo, Rubius sabía que Luzu era una persona más reservada. Alguien a quien le gustaba mantener sus cartas cerca de su corazón y rara vez mostraba algún tipo de emoción poderosa con nadie más que Quackity  y algunos otros dioses de los que hablaba en ocasiones.

Así que Rubius realmente no entendía qué era lo que enojaba tanto a Luzu.

No queriendo enojar más al Wither, Rubius decidió dejar al otro solo con sus pensamientos y dar un amplio giro alrededor de su forma ancha. Rubius solo logró dar dos pasos alrededor del otro antes de que las fauces anchas y ardientes de uno de los cráneos bloquearan su camino. Dejando escapar un grito agudo, saltó hacia atrás. Su mano golpeo la parte superior de su cuerpo por reflejo, temeroso de ser quemado por las mortales llamas azules.
Después de tragarse su pánico inicial, se volvió hacia el medio wither.

—¿¡Qué mierda te pasa!? ¡Podrías haberme quemado, imbécil!—

Al instante de responder, Luzu se acercó, cerniéndose sobre el humano como un Dios. Lo cual era, le recordó frenéticamente el cerebro de Rubius. Retrocediendo hasta que su espalda chocó con la fría Endstone, miró al híbrido con los ojos muy abiertos. El brillo de los cristales en la parte superior de las torres de obsidiana envolvió la cabeza de Luzu como un halo rodeándolo le una atmósfera poderosa e imponente resaltando sus profundos ojos carmesí, inexpresivos,  cómo todo el color cromático de sus ojos lo estuviera quemando.

El miedo paralizó a Rubius.

—Tenemos que hablar—, dijo Luzu en un tono entrecortado.