𝗠𝘆 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗲𝗿 𝗳𝘂𝗰𝗸𝗲𝗿 | Luckity 🔞

Capitulo 1

Oh, darling.
Es fácil, lo único que tienes que hacer es ESCUCHAR.

La nariz de Luzu tembló cuando sintió un toque vacilante contra uno de sus cráneos flotando a su alrededor. A pesar de que las calaveras azules ardientes no estaban unidas directamente a él, aún funcionaban como una extensión suya.

Cada toque, dolor o placer, podía registrarlo a través de ellos. Es uno de los precios que pagó por ser parte wither.

Al menos, a diferencia de una cruz de pura sangre, no tenía tres cabezas, solo dos skulls ¹ de los que brotaban llamas ardientes, y que también lo seguían donde quiera que fuera y, a veces, soltaban cadenas de palabras incoherentes. Los llamó chat, cariñosamente, porque no dejaban de charlar con él incluso cuando intentaba dormir con las más perversas incoherencias. Claramente no compartían sus pensamientos ni su personalidad.

Malditas plagas.

Puede que no sean conversadores inteligentes, pero eran buenos en una pelea en si nada más. No había nada en este mundo inmune a sus llamas azules que lloraban almas. Una vez que tocaban su objetivo, no se extinguían hasta que el objeto u organismo en cuestión no era más que un montón de cenizas.

Bueno, casi todo.

Hay una cosa en este mundo inmune a las llamas azules.

Detrás de él, uno de sus cráneos dejó escapar un zumbido largo y oscuro. Casi sonaba como un ronroneo. El sonido de una risita juguetona siguió antes de que Luzu sintiera que otro toque se transfirió del cráneo a él. No importaba la frecuencia con la que Luzu lo sintiera, nunca podría acostumbrarse a la extraña sensación de manos fantasmas deslizándose sobre su cuerpo. Los cráneos tenían una forma extraña de traducir los toques intangibles a las sinapsis en su cerebro.

Sentir como si tuvieras mil hormigas arrastrándose por tu cuerpo cada vez que alguien las pinchaba no era agradable.

Está bien, a veces la sensación se sentía bien. Pero solo con una persona. No es que Luzu alguna vez le diría esto al otro. Era demasiado torpe para admitir algo así. También temía su reacción una vez que se dieran cuenta exactamente de lo que Dios sentía por ellos.

Luzu ya sabía que su amor por cierta persona no tenía remedio.

Otra risita sibilante y otro toque fantasmal lo sacaron de sus oscuros pensamientos en espiral.

—Quackity -, gruñó sin darse la vuelta. -Deja de tocar Chat. No son una mascota.

Un largo y molesto resoplido fue su única respuesta y debido a que Quackity era un mocoso masivo muy pronto, Luzu sintió una avalancha de sensaciones arrastrándose por su cuerpo cuando Quackity hizo lo que sea que le hizo a uno de sus cráneos. Enderezando la espalda, un escalofrío recorrió su columna, gruñó por lo bajo como un perro salvaje. Una vez que tuvo su cuerpo nuevamente bajo control, se dio la vuelta, listo para caminar hacia el otro Dios e intimidarlo para que obedeciera (como lo hacía con tanta frecuencia, no es que funcionara mucho).