13- Una vez al mes

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- ¿Cómo se supone que debo reaccionar a esto? - Florence se ríe y Eddie la mira, la observa en silencio

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- ¿Cómo se supone que debo reaccionar a esto? - Florence se ríe y Eddie la mira, la observa en silencio.

- Perdón... - lo dice en un hilo de voz.

- ¿ Por qué pides perdón? - la chica pregunta - Ha sido un buen beso, vampirezco, pero un buen beso.

- De seguro ha de ser mejor que cualquier beso de ese tal Lewis - Eddie bromea sobre lo mismo.

La chica simplemente lo abraza, mira a sus ojos marrones, y siente como si aquello fuera lo más especial que le ha pasado en toda su existencia.

- Sólo dime que volverá a pasar... Ha sido extraño pero bueno, aunque no te creas la gran cosa - Florence le dedica una sonrisa, le gusta tener ataques de ternura y retractarse a los segundos. y Eddie sin pensarlo demasiado toma su cuello y vuelve a besarla.

{...}

La noche pasa, especialmente lenta, especialmente extraña, aquello que ha pasado, no estaba en sus planes, y la incertidumbre se vuelve parte de su noche. Aquello sólo lo ha visto en películas, y quisiera que Eddie fuera como ella, humano y mortal.

Una semana después :

Florence siempre ha odiado estar sola, usualmente reclamaba con su tío por la gran cantidad de horas que suele pasar sola en casa, ahora el panorama es diferente, la última semana ha sido evidente el decaimiento de Eddie, ella lo sabe, pero él, batalla con dejarla tranquila. La sangre es necesaria, ella es consciente , y Eddie también.

Jeremy está de turno en el hospital, y ambos están solos. Eddie está pálido, ven TV en el sofá, él se ha vuelto adicto a The Office, y Florence encuentra que Eddie riéndose frente a la TV es la cosa más tierna que hay en el planeta, pero también, puede ver sus ojeras, puede ver su piel pálida y su evidente falta de energía.

- Eddie... - Ella rompe su concentración en la serie.

- Sí...

- Debemos salir...

- Ya lo hablamos, te juro que no es necesario- Eddie se sienta en el sofá y ella suspira.

- Sí, lo es. Quizás no te des cuenta, pero deberías ver tu cara, pareces un muerto en vida - la chica juega con sus manos.

- ¿ Cuál es tu propuesta?-  Florence lucha por no parecer una psicópata, pero desde hace un par de días, que observa a un vagabundo, otro más, y aquellos pensamientos le hacen creer que es una bestia, pero sus sentimientos por mantener a Eddie saludable, enérgico, y "normal" son más grandes.

- Lo mismo de la vez pasada, buscaremos a  un vagabundo, y te alimentarás de él. Has pasado un buen mes, creo que he podido sacar buenas cuentas, y un mes es el tiempo que pasas bien.

- No quiero, no quiero matar a alguien - Eddie mueve su cabeza, tiene miedo.

- Entonces vas a morir... - la chica se cruza de brazos - ¿ Eso quieres, morir?

- El vagabundo no tiene la culpa... - Eddie resopla.

- Es que de todos modos, si te mueres, me pones en problemas - Eddie camina de un lado para otro. Es una vida que no ha pedido, es una vida que odia, pero que de todos modos, se siente feliz de vivirla junto a Florence.

- Yo no quise esto. Entiende que para mí no es fácil tener que matar una persona - Eddie resopla, es un dilema,  desea volver a ser el chico que no se ha graduado de la escuela.

-  ¿Entonces no quieres vivir, es eso? - la chica pregunta - Debiste decírmelo el día uno, debiste pedirme que te mate con esa estaca- Aquella conversación ha tomado otro rumbo, y es que un vampiro y una humana jamás podrán llegar a un consenso. Y por eso es que funcionan, Florence es una humana sin límites y Eddie es un vampiro con miles de trabas.

- No lo lleves al extremo....

- Es que sí no hacemos esto, entonces vas a morirte. Es ley,  yo no he visto cosas de vampiros, pero vamos, necesitas la sangre. Un vagabundo es lo máximo a lo que podemos optar. 

- No lo haré, no quiero... Ya no quiero más.

- Entonces vas a morirte, y lo harás en mi sofá, entonces me iré a la cárcel - Florence habla desde el dramatismo, pero en el fondo es el miedo de perderlo, de que ese sentimiento tan extraño, deba dejar de existir. La chica camina y sube hasta su cuarto. Eddie se sienta en el sofá, esperando que lo que acaba de pasar entre ambos, se enfríe.

Una vez que puede pensarlo más fríamente, sube las escaleras, ella está sentada en la ventana, fuma mirando al cielo, tiene el ventanal abierto. Eddie pasa sin preguntar.

- Florence...- suspira y ella se voltea a verlo.

- ¿ Qué flores te gustan? - Pregunta, y Eddie se ve tentado a la risa - Hablo en serio... Al menos te reunirás con Dio.

Eddie mueve su cabeza, y es que Florence le resulta toda una experiencia, le hubiera gustado conocerla en su realidad, no en esta, donde no son compatibles biológicamente hablando.

- Oh, vamos, no te pongas así.

- Es que me preocupo por ti - Florence lanza la colilla por la ventana, tiene la sospecha de que Dixie, su pato preferido, ama las colilla de cigarro - Yo no quise dedicarme a ser la autora intelectual de los crímenes de un vampiro.

- Y lo sé, y aprecio mucho que te preocupes por mí - Eddie suspira.

- Pero vale, ya que estás en plan de morirte, te recomiendo que dejes una carta de suicidio, porque te juro que no me quiero ir a la cárcel - la chica se pone de pie, y camina por su lado, Eddie no tiene la fuerza suficiente como para hacer que frente, así que toma su brazo y la hace quedar frente a él.

- Lo siento, perdón... Sé que te preocupas por mí - Eddie suspira- Sé que soy un problema, más que otra cosa. Tampoco es que pueda desaparecer, sé que te dejaría muchos problemas.

- Tampoco hables como si fueras un problema - la chica mira al piso, reconocer sus sentimientos y emociones no es algo que acostumbre hacer con frecuencia- Me preocupa que desaparezcas de mi vida. Es sólo eso- mira al piso cuando lo confiesa - No quiero parecer melosa, ni cursi, sabes que odio esto de ser tierna - ella evita el contacto visual, cree que es vomitivo lo que acaba de decir, pero Eddie se ríe, muerde su labio, toma su rostro y la besa nuevamente. Florence se deja llevar por ese beso, finge que no le importa demasiado, pero por dentro parece derretirse.

- Vamos, es tu realidad y te sigo en todo lo que me digas - Eddie se separa de ella para poder hablar.

- Vamos por ese vagabundo. Eddie, podemos ver la solución para el otro mes, pero... No quiero que te vayas, no aún. Creo que tienes cosas por hacer, por cumplir, yo me aferro a la idea de que puedes hacer una vida normal. Pero necesito saber si tienes las mismas ganas de vivir, necesito que me digas si quieres mi esfuerzo.

Y Eddie, cree que si fuera por él, se dejaría morir como un gato enfermo, pero cuando tiene a Florence frente a él, cree que intentar vivir, puede valer la pena.

- Sí, quiero vivir. Quiero estar acá... - la abraza - Buscaremos una solución para el siguiente mes.

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Fuel ~ EDDIE MUNSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora