Pensamientos de alguien cualquiera

ONA

Naufraga en un mar de desesperación,
súplique por tu aparición, rogué por tu existencia,
y de la nada llegaste, y conquistaste
esa cosa que tengo como a corazón,
te llevaste el único y poco amor que tengo,
después de rezos por ti viniste y ahora eres
toda mi vida, porque si tú desaparecieses
tendría que morirme, porque, que es
un mar sin olas, que sería yo sin ti,
me pregunto.

Una costa sin soledad, desde que tú
estas, pequeña olita de mar, feliz
sonrisa que me sacas, cada vez que
te veo, y hasta cuando duermo,
sueño de ti, tu felicidad, y que nunca
me faltes, por qué por fin he dejado
de tener ese vacío, ese extraño y
dañino vacío por el que moría,
pero desde que estás a mi lado
solo quiero vivir por ti.

De ansiar la muerte propia, a desear
con todas mis fuerzas, nadar contigo
olita de mar, perderme entre océanos
para seguirte, de una costa a otra por
todo el amplio y vasto mundo, que me
quieras enseñar. Por qué yo te seguiré
olita de mar, para que me enseñes lo que
es vivir una vida libre y feliz, ver cómo,
ojos ajenos a los míos, se posan en ti,
queriendo una eternidad bañarse…