Después de un terrible accidente de auto, en el que YoonGi obtuvo el mayor impacto, con un par de cicatrices que dividían en tres partes su rostro, después de que decidiera que nadie más lo iba a amar por esa condición, conoce a Jimin, un hombre al...
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YoonGi estaba recostado en la mesita de su asiento, su profesor de literatura iba a llegar 20 minutos tarde, y los dejaron quedarse en su aula, y descansar un poco, así que eso hizo.
Estaba quedandose dormido, cuando unos pasos sonaron en su dirección, seguramente era Namjoon, que había regresado del baño.
—Yoongi hyung, ¿Podemos hablar?— el palido reconoció esa voz, era la voz del enemigo, alías Jimin.
Se enderezó apenas escúcho la voz de el menor, solo se veían sus ojos, por el uso de el gorro, cubre bocas y los lentes de lectura.
—¿Que quieres?— pregunto con un tono algo rudo, tipo a la defensiva.
—Le traigo esto...— puso delante del palido una charolita con galletas. —No sé si le gusten las galletas, pero las preparé para usted anoche, por el inconveniente de ayer...— se sonrojo violentamente de las mejillas al recordar aquello.
YoonGi alzó una mano, y las tomo, Jimin rogó al cielo que no las lanzará por ahí, y se riera en su cara.
El palido coloco las galletas en el pupitre, sin ganas, miró a Jimin y el menor estaba completamente rojo y asustado, abrió la boca para lanzar un insulto, cuando Namjoon regreso del baño.
—Ser amable, no te matará, ¿Sabes?— dijo para después rodar los ojos.
—No te metas Kim, es asunto entre el mocoso y yo.— Gruñó el palido con molestia.
—Ya fiera, ¿Quieres? El pobre chico no te está haciendo nada, ahora, acepta sus galletas y sus disculpas.— pidió el moreno, mirando a Yoongi con molestia. —Acepta.— Gruño al ver el rostro de YoonGi, el cual demostraba molestia.
—¡bien!, Está bien mocoso, te perdono, pero aléjate lo más que puedas de mi.— amenazó.
Jimin asintió y se sentó tres mesas atrás, Namjoon nego con molestia. Pero miró las galletas con interés.
—¿Sabias que yo te quiero mucho?— Pregunto pegandose al cuerpo del mayor.
—No, son mías.— lo miró directamente.
—Pero, tu no comes dulce, o harina.— hizo un puchero. —Eres intolerante a la lactosa, eres alérgico a las almendras.— Jimin veía a la pareja de amigos con interés.
—¡Ya!, Sabes que no soy alérgico a nada, ridículo. Toma un puño, pero déjame.— Nam asintió feliz y saco el plástico de el plato, para sacar unas 5 galletas y llevarse una a la boca.
Abrió los ojitos de una forma exagerada, que hizo a Yoongi mirarlo raro. —¿Que tienes?— dijo el palido con una ceja alzada.
Nam hizo muecas y gestos que dejaron a Yoongi pasmado, pensó que realmente tenían veneno para ratas las galletas.
—¡Saben delicioso, debes probarlas!— sugirió con una sonrisa enorme, y se comió la galleta entera de un mordisco, corrió hacia Jimin y le agradeció millones de veces. —¡Horneas delicioso!, gracias.— le dió un beso en la mejilla y el menor se coloreó.
