|𝑂𝐵𝑆𝐸𝑆𝐼𝑂𝑁| [En Pausa]

|CAPÍTULO DOS: Impulsivo|

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La psicopatía se considera una alteración o trastorno de personalidad. El narcisismo, la impulsividad o la presencia de conductas de control y manipulación son las características en las que suelen coincidir las diferentes definiciones.

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(Tord Larsson)

Volvía de regreso a casa con algo de cansancio. Mi ropa estaba manchada de sangre y tierra de aquella situación arreglada, de no ser por que no me llamaran, el plan habría sido un fracaso. Llevé una bolsa negra de aquellas cosas que ocupe y las tiré a un barranco baldío, puse la maleta en el suelo y empecé a desvestirme de la parte de arriba. Quite mi polera y suéter negro para prenderle fuego y deshacerme se la evidencia. Luego de eso me puse otra polera color gris y un suéter rojo, esto no era lo que pedí... Maldito Patrick. Me aleje del lugar y caminé a dirección de la casa encendiendo un cigarrillo y fumarlo para desestresarme después de un mal rato.

Me acerqué a una calle donde estaba llena de prostitutas hambrientas de dinero, una de ellas me ofreció sus servicios con hipocresía barata.

-----Oye cariño, ¿quieres disfrutar una noche de pasión?

-----No gracias. --dije con sequedad. Seguí con mi camino y llegué a la calle donde estaba el vecindario, ya estaba por amanecer, así que podría evitar que me preguntaran a donde he ido y por que llegué a esta hora.

Saqué mis llaves y abrí la puerta y cerrarla detrás mío. Subí a las escaleras y entré a mi recámara para acostarme a la cama y descansar un rato más.

Luego de eso, empecé a soñar...

-----Maldito inútil que tengo de hijo. ¡No sirves para nada! --oí la voz de mi padre reclamando me. Abrí los ojos y vi que estaba en el comedor de mi vieja casa, donde yacía él sentado en la mesa leyendo el periódico y fumando.

-----Tord, come tu desayuno. --dijo mamá aventando mi plato en la mesa y sentarse a tomar un poco de su bebida.

-----¿Ya viste lo que dice aquí? ¡Me están difamando por cosas estúpidas que no he dicho! Aquí dice: "El comandante Larsson ha sido una figura pública por gobernar la base roja durante diez años. Sin embargo, su sustento ha ido decayendo debido a lo viejo que esta y no están seguros de que el pueda controlar la base militar de la armada roja debido a su comportamiento inadecuado de poder y venganza" ¡Que estupidez! --Gritó aventando el periódico a la pared.

-----Pero, eso no es verdad, ¿o si? --pregunté curioso.

-----¡Por supuesto que no! ¿¡Crees que sería así!?

Mamá chito los gritos de papá mientras bebía su botella de cerveza y prosegui en comer.

-----No es más que estupideces para difamar a la gente. Si quisiera dominar el mundo, lo habría hecho desde un inicio. No me inpresiona que algún día tendría que dejarle la base al idiota de mi hijo sin futuro...

Luego desperté de golpe al oír que me llamaban abajo. Miré el reloj de mi mesa y marcaban las 11:39 am. Talle mis ojos con molestia y escuché la voz de Edd gritar mi nombre nuevamente.

"¡Tord! ¡Baja a desayunar ya!"

-----¡YA OÍ! --gruñí mientras me levantaba de la cama y me quite la polera que traía puesta mirándome al espejo, tenía unas pocas cortadas que me hice al revolcarme al suelo por tratar de alcanzar a ese imbécil que se resistió: las espinas si que eran muy picudas. Tomé una camisa de tirantes gris y me la puse para después bajar.