Hay que contarle a Dumbledore

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Ron corría lo más rápido que podía, se calló raspándose las manos, y lo cierto es que ni siquiera se detuvo a sacudirse las pequeñas piedrecitas incrustadas en su piel. casi se tropieza una vez, o dos, o tal vez mas de lo que querría admitir lo torpe que sus temblorosas piernas fueran en este momento, pero tenía que llegar a donde Hagrid.

Tenía el corazón acelerado, tenía miedo, miedo de lo que podría pasar con “él”, ni siquiera su acelerado cerebro que en ese momento pensaba en todo y en nada al mismo tiempo podía ponerle título a lo que hormigueaba en la punta de sus dedos cuando pensaba en el centauro.

Cuando vio la luz anaranjada salir de las ventanas de la choza del semigigante aceleró el paso si es que podía hacerlo más, cuando subió las pocas escaleras que daban a la puerta no se demoro en tocar con efusividad muchas veces hasta que Hagrid abrió la puerta un poco molesto, vestía su bata de dormir y tenía un vaso de agua en las manos.

—¿Se puede saber qué haces aquí? — dijo en un grito susurrado mirando a todas partes

—¡Hagrid!

— Si Dumbledore se llega a enterar que te has saltado el toque de queda para venir a mi casa a estas horas de la noche nos pondría a ti y a mí en un gran aprie... — al notar la cara de consternación de Ron el mayor calló de repente, las manos llenas de tierra y sangre, los ojos llorosos y su clara expresión de terror no podía representar nada bueno, si bien era cierto que ron era uno de los Griffindors más miedosos que hubiera conocido jamás, nunca le había visto de esta forma.

—Y-yo… Hagrid t-tienes que ayudarme por favor, n-no se que hacer, las Acromántulas nos estaban persiguiendo y entonces pasó, está en la casa de los gritos y… y-y no se que hacer, el v-veneno por favor Hagrid. — al parecer Ron estaba teniendo una clase de ataque nervioso, el mayor le tomo de los hombros y le sacudió para que entrara en razón.

—¡RON! — el pelirrojo enfocó por primera vez sus ojos en los de Hagrid— tranquilízate, por favor. Necesito que me digas que ha pasado.

—Es que…— para ayudar al centauro tenía que contarle a Hagrid de la existencia de este, y eso es algo que el mismo hombre mitad caballo le había dicho expresamente que no hiciera con nadie. Pero era una emergencia, si el veneno se extendía más, no habría secreto que contar. — en el bosque, unas Acromántulas han atacado a… un centauro, esta envenenado. — por ahora no revelaría su identidad, no es como si siquiera supiese su nombre, pero el punto era que el centauro no pertenecía allí y que venía de muy lejos por merlín sabe que asuntos. — lo he llevado a la casa de los gritos porque no sabía a dónde más ir, por favor Hagrid, ayúdame. Ayúdalo. — le suplico casi al borde de las lágrimas otra vez.

—Está bien, espérame un minuto en lo que preparo algunas cosas. — entró a la casa dejando a Ron parado en la puerta, el mayor buscaba en sus estanterías frascos de sustancias de colores y las echaba en su bolso marrón— es que solo me das problemas, vives para eso, comienzo a pesar que alguna fuerza sobrenatural te puso en la tierra junto con Harry para hacerme la vida imposible. — dijo esto en tono de broma, pero a Ron no le causo la más mínima gracia, por el contrario, gruesas lagrimas bajaron por el rostro del pelirrojo.

—L-lo siento Hagrid… s-se que solo te doy problemas, lo siento…

—Hey, no es lo que quería decir, está bien Ron... sabes que puedes contar conmigo. — trató de consolarlo mientras iba de salida. Apagó la vela que estaba encendida y salieron de la choza con prisa, el veneno de Acromántula es letal, con una pequeña dosis era suficiente para matar a un humano en una hora, pero tratándose de un centauro el proceso se podía extender unas horas, así que probablemente tenían tiempo.

El mayor miro al pelirrojo de reojo, tenía los ojos rojos del llanto, y agarraba a Hagrid por un brazo instándolo a caminar más rápido, La verdad es que no sabía porque Ron estaba así por un simple centauro. Bueno, no es que fuera solo un simple centauro, hay muy pocos de los de su especie. Y no se perdonaría dejar morir a uno cuando estaba en sus manos la solución, pero que de ahí, a que Ron se comportase con tanto sentimentalismo, había una razón entre medio, ya quería ver quien era el tal centauro.

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⏰ Última actualización: Jan 03 ⏰

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El Forastero (Snaron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora