Amor en bruto ©

💜8: Rulitos y pulpito en una fiesta

HENRY
Sábado

—Está mal hecho, Henry.

—¡Cállate que apuesto que ni un huevo sabes hacer!

Estoy en casa de Ashton desde esta mañana para trabajar, me pidió que viniera a las 5 de la mañana. ¡¿Tienen idea de cuánto tengo ganas de irme a mi casa a dormir?! Hace frío, tengo hambre y mucho sueño.

En este momento es medio día y estamos haciendo el almuerzo, Ashton se ha ofrecido a ayudarme con el almuerzo. Y con muchos de los oficios que he hecho el día de hoy a decir verdad, ha estado muy amable últimamente.

No me atrevo a preguntarle a él, pero ¿estará bien?, ¿se habrá fumado o algo?

—No subestimes mi habilidad para cocinar, pornografíco —bufo Ashton un poco ofendido—. A veces pienso que tienes problemas de ira...

Me quedé mirándolo.

—¿Ahora resulta que tengo problemas de ira? Habla el bipolar.

Él también se me queda mirando.

—¡¿Disculpa?! ¿Acaso crees que soy bipolar?, ¡más bipolar pareces tú!

—Ay, ustedes parecen novios.

Ambos volteamos a ver a Valery, mi hermana menor, estaba sentada en una silla mientras jugaba con una de sus Barbies y un muñeco de Lego que Ashton encontró en el piso cuando me ayudaba a barrer.

—Cállate —le dije a mi hermana mientras me acercaba a ella—. Estás muy pequeña para pensar en los noviazgos de los demás, además, somos dos hombres.

Nos quedamos callados los tres y yo seguía viendo fijamente a mi hermana.

—¿Pero tú no dijiste que los amores de hombres son igual de buenos que los normales? —me preguntó mi hermana y yo me quedé casi helado por la pregunta.

A diferencia de Kevin, a mí no me parecen malos los romances homosexuales, para mí son igual de normales. En mi opinión yo podría salir con un hombre de la misma forma que con una mujer, pero bueno, de igual manera soy muy pésimo en esa área.

—Te dije que los romances entre hombres eran igual de normales que el de las mujeres con los hombres —corregí yo—. No creo que deba de verse como algo malo.

—Tu hermano en cierto sentido tiene razón, linda —Ashton se metió en la conversación—. No debería importar con quien estemos con tal de que seamos felices...

Sentí como de alguna manera la mirada de Ashton se posaba en mí, como si quisiera que dijera algo.

¿O acaso es una indirecta?

—Voy al baño —dije yo mientras intentaba salir de la cocina, antes de irme de ahí mi vista se va a Ashton, quién no dejaba de mirarme—. Confío en tu habilidad en la cocina para no quemar el almuerzo, bipolar.

Sin más que decir salgo de la cocina disparado al baño.