ÉL

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Estaba sudando, sólo podía pensar una sola palabra : "JODER". Realmente él sabía que esto había sido un mal paso, pero qué podía hacer, ya estaba hecho.

Entró al apartamento, se quitó los zapatos y desabrocho su camisa, se dirigió a su estudio y se sentó frente al escritorio, todo era tan monocromático que era un poco increible que entrara tanta luz en él, sin embargo no era momento para apreciar el color del apartamento sino de pensar como salir del naufragio al que él mismo se había metido, aunque un poco incierto sabía que era difícil culparlo sus huellas no estaban en la escena así que debía tranquilizarse.

Mientras el disfrutaba de su penthouse, la policía desentrañaba esa casa que en realidad eran dos en una. y que parecía más como el ying y el yang.

Por otra parte Sian llegó a lo que parecía un lugar para hacer ejercicio muy bien equipado con aparatos, etcétera; parecía hasta cierto punto acogedor.

pero hubo algo que llamó su atención. Una de las pesas que estaba en el gimnasio estaba llena de sangre y a su lado lo que parecia ser un pañuelo negro el que parecía haber sido usado para limpiarse la sangre.

Mientras Sian descubría la pesa y el pañuelo Chang Sun seguía viendo lo que fueron las últimas horas de Jey, los años de Chang Sun como perito parecían no haberla preparado para lo que estaba a punto de ver.

Wang Soo estaba mostrándole a Jey lo que parecía ser una pesa, golpeandola inicialmente en el estomago y aunque quería doblarse por el dolor Jey no pudo de una forma casi inmediata Wang Soo se subió a la camilla y comenzó a tocar y besar a Jey quien no podía defenderse. Chang Sun decidió adelantar el vídeo debido a que no pudo con la escena que veía.

A continuación se ve a Wang Soo mostrando una pequeña libreta a Jey ella se ve totalmente aterrada, pero sabe que no puede hacer nada.

El saco una jeringa que le suministro a Jey, ella se quedo totalmente dormida; tal vez, algún tipo de anestesia y el se dispuso a hacer cortes y cortes y más cortes, sin embargo ella despertó en el proceso, era inexplicable lo que Chang Sun estaba viendo simplemente reaccionó hasta que escuchó el grito de Yang Sian.

-CHANG SUN

-Eh... Perdón, ¿me hablabas?

-¿Estás bien?

-Ah.. Claro

-¿Segura?

-Sí

De pronto Eun Sang recibió una llamada, era de la comisaría habían dado con el dueño del semen y el cabello así como de las otras huellas dactilares.

-Andando tenemos al dueño de las huellas, no hay tiempo que perder.

-Sí, jefa.

-Yo me quedaré a guardar las evidencias.

Sian y Eun Sang regresaron a la comisaría, para ver las buenas nuevas, mientras Eun Sang estacionaba el carro, Sian terminaba sus notas de lo visto en la casa.

-Pareciera estar llena de sorpresas.

-Vaya, es un caso bastante interesante a decir verdad.

ambos bajaron del auto y entraron a la comisaría pronto el ambiente se sintió denso como si el reloj se detuviera para conocer algo que realmente no tenía lógica.

-¿Y bien?, ¿Qué es lo que encontraste Bong Yeol?

-Pues al parecer los muertos hacen cosas de vez en cuando.

-¿De qué hablas?

-Habló que el dueño de todo el material genético es Kim Soo Dan, el hermano gemelo de Kim Wang Soo

-¿Estás bromeando, no?

-No, los exámenes arrojaron eso.

-Es imposible el esta muerto

-Tal vez y no esté tan muerto que digamos.

-¿Puedo pasar?

-Adelante Dal Bong, pasa.

-¿Alguna novedad?

-Ninguna, Wang Soo sigue en el hotel, no ha salido desde que salió de la comisaría.

-Muy bien puedes retirarte Dal Bong.

Eun Sang quedó totalmente confundida, había tratado todo tipo de casos pero nunca con uno donde tuviera que seguir a un muerto.

¿Pero cómo Eun Sang podría atraparlo si ante la ley estaba muerto? Era el pensamiento que rondaba en la mente Eun Sang, sin embargo no podía vislumbrar alguna solución.

Era consciente de que tenía el peor escenario posible, sin embargo no podía dar un paso atrás debía pensar en una solución.

Mientras tanto ahí estaba él recostado en la cama pensando en que podía hacer, intentando procesar todo lo que había pasado. y a qué punto había llegado.

de pronto tomó el teléfono y comenzó a marcar un número, pero decidió colgar, pensó que tal vez no era el momento.

Después de todo Choi Quian y Jing Misoo estaban en el hospital, sería inutil intentar comunicarse con ellas. Así que optó por algo arriesgado pero era lo único que podía hacer; al anochecer entraría por la puerta trasera como un enfermero, sabía que solo así podría acercarse a ellas.

Azenet: Detrás de bambalinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora