Capítulo 3 Ensueño

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Hermione estaba sumida en sus cavilaciones, pensando y tratando de entender la actitud de Malfoy. No sabía como reaccionar ante todo eso, porque nunca se habían llevado bien.

Detuvo su pensamiento, y sonrió, porque ahora tampoco se llevaban bien.

Él la odiaba desde el primer momento en el que se habían conocido, y ella no tenía muy buenos recuerdos de eso, por eso mismo, Hermione comenzó a prestarle atención a las palabras de Madame Pomfrey, cuando dijo que él se traía algo entre manos. 

De repente, la puerta de la enfermería se abrió y quien se asomó fue Dumbledore.

—Señorita Granger, buenos días, veo que ya se encuentra bien —dijo el Director. 

—Así es —dijo ella, con una pequeña sonrisa. Tardando unos segundos en pensar, Hermione le respondió.

—Profesor, ¿Qué hacía un dementor en el colegio? Hasta lo que yo se, ya no son permitidos en Hogwarts. ¿Cómo hizo para entrar? Sólo pueden acceder si alguien rompiese el hechizo protector que hay en las afueras, y para eso se necesita magia oscura... ¿Verdad?

—Brillante como siempre, señorita Granger —respondió el profesor con la amplia sonrisa despreocupada que lo caracteriza -En ocasiones, los dementores pueden ser llamados, incluso invocados por magia, como usted dijo, oscura. Para ser sincero, no sabemos quién lo hizo, ni porqué. Esa persona dejó entrar a uno, algo muy peligroso debo decir, sin medir las consecuencias. Ahora me temo que las reglas para los prefectos cambiarán, por lo que serán escoltados por un maestro. 

—Entiendo… —susurró Hermione.

—Ahora si me disculpa, supongo que todavía necesita descansar, y al igual que sus amigos, todos esperamos verla recuperada pronto.

—Muchas gracias, profesor Dumbledore —respondió Hermione.

Sin decir más nada, el viejo se dió la media vuelta y se marchó. 

Amigos... Pensó Hermione. ¿Dónde estarán ahora?

.......................

Hermione llegó al fin, a su habitación, con ayuda de Ginny. Lentamente, se preparó las cosas para darse un baño, y tomó un pijama color salmón.

—¿Segura que puedes sola? —preguntó la pelirroja preocupada.

—Tranquila Gin, estoy bien. Si llego a necesitar algo, te aviso. ¿De acuerdo? —Le contestó ella.

—Bien —y seguido de esto, Ginny la dejó sola en la habitación.

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El grifo se abrió y el agua comenzó a caer por encima de ella penetrando cada uno de sus poros. Con los ojos cerrados la joven acariciaba y lavaba su pelo, cuando de repente la imagen de unos ojos grises golpeó su mente como si se tratara de un puñetazo. Se quedó varios minutos sin entender porqué otra vez Malfoy andaba dando vueltas en su cabeza. 

No terminaba de entender el porqué de su actitud, y la maldita sensación que la corroía cada vez que estaban cerca. Se suponía que para ella Malfoy era una persona irrelevante, pero ahora eran cómplices en cierto modo, porque compartían un secreto, la había salvado, pero no quería que nadie lo sepa, y era entendible. ¿Quién iba a creer semejante locura? Pensar tanto no la ayudaba, al contrario, solo la dejaba más confundida, hasta que una teoría golpeó su mente: todo tomaba claridad, o al menos le hacía entender mejor las cosas.

El dementor, Malfoy...¿tendrían algo que ver? Si bien era sabido para todos que la familia Malfoy estaban relacionados con las Artes Oscuras, no estaba segura de que fuese capaz de tal cosa, de dejar pasar a un dementor,  ¿o sí? Y si así fuera, ¿Porqué la había salvado? ¿Se habría arrepentido? ¿Sería Malfoy una persona buena dentro de su corazón?. Preguntas y más preguntas, pero ninguna respuesta concreta. Eso representaba una molestia para Hermione, porque si algo le molestaba más que nada en este mundo, era no saber.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2023 ⏰

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