Después de irse del bosque, Ji Soo se dirigió a casa, sus ropas no se veían bien y estaban algo rotas y ella tenía algunas heridas, debido a todo el alboroto qué ocurrió cuando el lobo las persiguió a ella y a Chaeryung, había estado repasando lo que le diría a sus padres.Mientras caminaba, las personas la veían de forma extraña, pero a Ji Soo no pudo importarle menos.
Entonces vio la puerta de la entrada de su hogar, no podía sentirse más feliz en ese momento, aceleró torpemente el paso, y no dudo en tocar el timbre.
Al momento de hacer eso, pudo escuchar pasos apresurados diriendose hacia la puerta, al ver a la persona que abrió sus ojos se iluminaron, era su madre, al verla no pudo evitar sonreir.
—Ji Soo, mi niña... –Exclamó su madre con los ojos llenos de lagrimas.
—Mamá... Chae... Yo... –Dijo eso intentando decir algo más pero se desmayo antes de poder hacerlo.
Lo último que Ji Soo vio antes de cerrarlos ojos fue a su mamá llorando desconsolada mientras llamaba a alguien y tomaba su teléfono.
Porque cuando ella despertó, no se encontraba en su casa, había personas que ella desconocia ahí.
—¿Señorita Choi, me escucha?
—....¿Quien... eres? –Dijo Ji Soo abriendo los ojos lentamente.
—Soy la doctora Park.
—¿Doctora? –Pregunto con confusión, no recordaba haber llegado ahí.
—Si, tu madre te trajo, después de que te desmayaras, solo quiero hacerte unas preguntas ¿okey?
Ji Soo solo pudo asentir con la cabeza, si su madre la había llevado significaba qué podía irse a casa después.
—¿Donde esta tu hermana menor? Choi Chaeryung.
—¿Chaeryung? Ella... –Entonces Ji Soo volvió a la realidad, ahora su pequeña hermana no estaría más con ella, se había quedado para siempre en ese bosque, inconscientemente las lágrimas en sus ojos aparecieron –Yo... debí haber sido yo...
—¿Podrías contarme lo que pasó?
Antes de decir algo recordó su promesa, decir la verdad no era una opción, para esto había ensayado, ya sabia que iba a decir.
—Claro, pero no puedo darte muchos detalles, prometí no hablar de esto, se lo prometí a Chaeryung.
Ji Soo vio como la doctora asintió, cayendo en el anzuelo, le dijo un par de cosas, algunas ciertas, otras no tan ciertas, omitió el hecho de las ciervas y agrego unos hechos, no tan ciertos.
En conclusión, Ji Soo le dijo que mientras iban a la escuela, unas personas las subieron en un auto, qué ella pudo escapar pero Chaeryung, no tuvo tanta suerte, mintió, si, pero no podía decirles la verdad, después de todo ella lo había prometido.
Cuando dejaron de hacerle preguntas, suspiro de alivió, solo era cuestión de esperar a que la dejaran ir a casa de nuevo, no sabe cuanto tiempo espero, pero para ella fue una eternidad, entonces al fin, le dieron de alta y pudo volver a casa.
Al día siguiente (a escondidas de sus padres) Ji Soo volvió al lago para encontrarse con su hermana. Espero hasta el anochecer. Sin embargo su hermana nunca llego.
Lo mismo sucedió al otro día, y al día siguiente. El tiempo pasó y las estaciones cambiaron, los árboles se marchitaron, y el frío invierno llegó. Sin embargo su hermana nunca apareció.
En el lago ya congelado, Ji Soo pensó en todo lo que había pasado.
"Es mi culpa, si no hubiera dicho nada, no me habrían castigado, si me hubiera callado, ellas no se habrían ido"
Con lágrimas, en sus ojos, saco uno de sus cuadernos de la escuela, y empezó a escribir, lo usaría como diario de ahora en adelante para callar sus pensamientos de culpa que ahora no paraban de consumirla.
Para cuando se percató, ya era muy tarde y la nieve le cubría sus hombros, sin pensarlo mucho, se sacudió y se dispuso a ir a su casa.
—Cielos, ¡qué tarde ya es! Debo volver rápido a casa –Dijo alejándose de aquel lugar con rapidez.
Continuara...
Si, volvió a cambiar el horario, ahora será a esta hora (1 Pm - Horario de México)
Lamento estar cambiando el horario de actualización a cada rato, no prometo que esta será la última vez...
Espero les haya gustado, nos leemos mañana
Bye
❤️❤️❤️
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The eyes of flowers and storms.
RandomDos niñas eran perseguidas. Sin darse cuenta cada vez más se adentraban en el bosque. Huir. Era lo único en lo que pensaban, sin tener en cuenta los peligros qué las asechaban, adentrándose sin darse cuenta a un lugar del qué tal vez no tendrían sa...