La vida de Teo se vuelve un caos financiero a causa de un matrimonio fallido, optando por aceptar rentar el cuarto de huéspedes con el extrovertido Nolán, ambos se encuentran en distintos caminos, uno quiere divertirse y el otro quiere olvidar, pero...
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Al cabo de una hora, después de enjuagar nuestras lágrimas con la lluvia y sonreír bajo los truenos, decidimos ir hacia el vehículo.
-lamento lo de tu vehículo, acaba hecho un asco-resoplo al abrir la puerta delantera.
-Descuida, aún tengo como 30 dólares para llevarlo aún servicio completo mañana por la mañana.
-Gracias por lo de hoy, me has salvado la vida.
-No te preocupes, ya me pagarás lavando y limpiando mi departamento-espeta, seguido de una enorme carcajada.
-Creó es lo mínimo que puedo hacer-añado.
-Relájate.
Tomamos camino hacia su departamento a media hora de camino del capitolio, aquel lugar, debo confesar aquel olor terrible dentro del auto se agudizó, no sé si fue a causa de aquellos asientos que acabaron escurriendo agua.
Al descender del coche observo el panorama, desolado que rodea aquel edificio de departamento, podría ser víctima de un asesinato y nadie se daría cuenta, cierto miedo me invadió. Él lo pudo percatar en aquel instante.
-Lo sé, es un asco, nada que ver de la zona Nice dónde te saqué.
-¿No me vas a secuestrar? Verdad-añado.
-Claro que no, bueno, al menos que quieras-guiña el ojo izquierdo, seguido de aquel portazo.
Se dirigió hacia la cajuela para sacar a mis gatihijos, los empezó acariciar a través de la reja con su índice.
Dicen que los gatos perciben las malas vibras, espero no me equivoqué, ya que ellos se dejaron a cada instante acariciar por él.
-Bueno, sígueme, y cuidado por dónde pisas los suelos de aquí son algo resbalosos-añade-mientras toma la batuta para guiarnos.
Subimos 1,2,3,4 y 5 piso por las escaleras en forma de Caracol, causándome severo agotamiento y náuseas.
-Tranquilo, hemos llegado al apartamento No. 512-menciona-mientras abre la puerta, que se encontraba sin llave.
-Dejaste sin llave tu departamento-respondo con cierto miedo.
-Tranquilo, se encuentra de seguro Dimitri dentro.
¿Quién es Dimitri? ¿Y por qué no lo menciono mientras estábamos platicando bajo la tempestad?
Al entrar observó en la sala a una chica robusta con cabello alborotado, comiendo directo del balde de pollo KFC, mientras veía Opra.
-Dios, Dimitri, no has levantado tu desmadre de la sala-responde.
Al ver algunos vasos y platos en diferentes partes de la sala y comedor.
Algo exagerado, en verdad aquel departamento estaba intacto, olía limpió y todo estaba simétricamente colocado.
-! Ash, anda, ven, comete una pierna crujiente-responde- mientras se levanta de aquella burbuja de asiento! haciendo movimientos chuscos apuntando con aquella pierna de pollo en dirección hacia su boca.
-No tengo hambre aún Dimi.
-Relájate cariño, unas cuantas calorías no dañaran tu esbelta figura, ni ahuyentara a tus felinas-guiña el ojo derecho, mirándome después de aquella insinuación.
-Bueno, él es Teo, se quedará algunos días por acá en lo que encuentra un departamento y trabajo, no seas una perra con él-añade-después de tomar una pieza de pollo y darle una gran mordida.
-Toma uno cariño, tampoco tú engordarás si das algunas mordidas-espeta Dimitri.
La verdad tenía hambre, llorar, sin duda tantas horas genera un hueco en el estómago, así que tomo una pieza de pollo mientras Nolán libera de los transportadores a mis gatos, para que exploren la casa, Kalí una de mis gatihijos juega con él, esperando tener una recompensa con ese pollo.
-¿Creo no será la única que jugará esta noche?-alardea Dimitri-retirándose con su abrupto vestido de lentejuelas.
-No le hagas caso, es una perra, solo ladra pero no muerde.
-Muerdo cuando es necesario, stupid-contesta a lo lejos.
Solo rio al respecto, al parecer era una relación de amigos algo tóxica.
-Por cierto, llegó una caja, la dejé en la entrada de tu cuarto Orgasm game- responde al llegar de vuelta con nosotros, entregándole la hoja de entrega de aquel pedido.
-Tenías que ser explícita albóndiga con lentejuelas-vacila Nolán-con mirada desafiante.
-Cariño, no vamos a ocultar nada aquí, tarde o temprano, más bien, en minutos, sabrá lo que ocurre por acá-responde-tomándolo del mentón ligeramente, sin poder evitar sonreír, para después salir directamente hacia la puerta.
No sabía lo que ocurría, al parecer Nolán no era un santo, me acababa de meter a una clase de incendio que no sabría cómo apagar, podría terminar ardiendo en él.
Nolán la siguió con su mirada hasta la salida.
-No hagan tanto ruido, espero que al llegar ya se encuentren dormidos-espeta-envuelta en risas, cerrando aquella puerta al salir.
-Vaya, al fin se fue, disculpa lo ocurrido, se ha de encontrar dopada, por ello su alboroto, siempre antes de sus shows acostumbra ir viajada.
-No hay de qué, en cuanto encuentre la forma de irme del país, dejaré de ser alguna molestia-respondo-un poco sonrojado por lo ocurrido.
-Tranquilo, hay suficiente espacio aquí, quédate cuánto tiempo necesites-responde, tomándome de la mano.
Pude sentir mi cuerpo temblar cuando me tomo de la mano, conduciéndome por el pasillo de aquel departamento, logré observar aquella caja fuera de aquella habitación, mientras nos conducimos a otra de las puertas, cierto escalofrío inundó mi ser, no quise preguntar al respecto por aquella habitación, tampoco hubo alguna mención de su parte.
-Esta será tu habitación, se encuentra todo lo necesario dentro de ella, el baño está al final del pasillo, mi habitación se encuentra enfrente, lo que necesites no dudes en tocar-espeta-soltando mi mano, permitiéndome entrar.
Mis gatihijos fueron los primeros en tomar posesión de aquella habitación, jugando de inmediato en aquella cama.
-Al parecer alguien jugará esta noche al menos en la cama-espeta-con cierto sarcasmo y mirar intimidante.
Un movimiento incontrolado en mi mano derecha llevo a que en mi celular se reproducirá una canción de la playlist de Spotify "Rolitas para cochars a gusto" 34+35 de Ariadna Grande "Fóllame hasta el amanecer, 23+35, Los bebes como si fueran agua", Mi corazón se aceleró, mi rostro se enrojeció en aquel momento, el sudar frío no es algo particular en mí, pero ocurrió al mirarle, él miró brevemente hacia la pantalla de mi celular, sin poder evitar reír ante el suceso.
-Con que follarte hasta el amanecer...-espeta, con cierta picardia, que logra sonrojarme, sacando algunos pujidos incómodos.
-Bueno, gracias por todas las atenciones-añado-cerrando la puerta sin pensar, recostándome del otro lado de ella, colocando mi oreja izquierda sobre ella, escuchando su respiración, se habría quedado un instante del otro lado.
Por un instante mi mente se descontroló, solo pude imaginar cómo arrancaba su ropa mientras, ahogaba con su lengua mi boca.
