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— Baekhyun, por favor, ven a verlo, aunque sea un solo día te pido. — Sehun le rogó al pequeño hombre enfrente de él. Había estado tratando de convencerlo desde hace tres días y ya no podía alargar más su estadía en aquel pequeño pueblo.
— Ya te he dicho que no quiero ir. — Baekhyun se mordió el labio tembloroso y se abrazó a sí mismo. — Mira, lamento mucho que haya tenido un accidente, pero no soy nadie como para ir a visitarlo.
— Baekhyun, por favor... El padre de tus hijos tal vez podría morir y...
— No, detente, Sehun. — El más joven de los dos interrumpió al otro. — No quiero ir a verlo, además, ¿por qué debería? Han pasado tres meses desde el nacimiento de Eun y él ni siquiera se tomó la molestia de contactarme o buscarnos desde que nos volvimos aquí para conocer a su propio hijo. ¿Y ahora porque tuvo un jodido accidente tengo que ir a verlo?
Baekhyun se pasó una mano por el cabello y miró con ojos dolidos al hombre parado frente a él.
— A pesar de que me prometió cientos de veces que se divorciaría de su esposa, siempre supe que no lo haría y únicamente sería Baekhyun el amante de Chanyeol, con quien tiene hijos ilegítimos.
— Baek... Chanyeol te quiere a su manera y...
— En serio, Sehun, para. — Baekhyun lo cortó con la voz temblorosa. — Chanyeol eligió a su esposa embarazada por sobre nosotros y lo entiendo, de verdad que lo hago. Así que no hay razón por la cual yo tenga que volver a aquella ciudad.
— Los doctores dijeron que cuando vuelve de su estado de inconsciencia llama tu nombre repetidamente. — Sehun menciona, tratando que eso convenza al menor.
— No me interesa. — Baekhyun desvió su mirada al suelo. — Sinceramente, Chanyeol puede morirse en lo que a mí respecta, él nunca estuvo conmigo en los momentos más difíciles de mis embarazos, no apareció en los nacimientos de Aeri y de Eun. O en muchas ocasiones que lo necesitaba a mi lado. — El más joven levantó su cabeza para ver a Sehun. — Sin embargo, ¿yo debería ir a verlo? Lo siento mucho, pero no lo haré.
— Tienes razón, Baekhyun. — Sehun respondió segundos después con una sonrisa apenada. — Me disculpo por venir a pedirte esto sin haberme puesto a pensar en todo lo que pasaste por culpa de mi amigo. Así que, me iré ahora. — El mayor se despidió con una reverencia y se dio media vuelta para irse de allí.
Cuando vio subirse al otro al auto, Baekhyun se metió inmediatamente a su casa, apoyando su espalda contra la puerta y finalmente rompió a llorar como lo había hecho en los últimos días cada vez que Sehun se marchaba.
Él amaba a Chanyeol, pero como le había dicho a Sehun antes, no era nadie en la vida del otro más que un simple amante, que creyó en todas las mentiras que salían de la boca del hombre prometiéndole cosas que nunca llegaron.
