|𝙲𝙰𝙿𝚒́𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙸𝙸|

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"Sᴀʟʟʏ ғᴀᴄᴇ"


Pov: __________.

Unos segundos después, escuché una puerta abrirse y voltee a ver junto con Henry y mamá.

------Ah, ya salió. Ven __________. Quiero presentarte a mi hijo. --dijo mientras yo me acercaba hacia él algo sería con mis manos metidas en mis bolsillos de mi pantalón.

Miré que en la habitación salió un muchacho de cabello azul y largo, traía una camisa color negro de mangas largas, unos pantalones rojos rotos de las rodillas y una extraña máscara puesta de color blanca. Lo único que se podía ver eran sus ojos azules. Ambos nos miramos fijamente hasta que Henry habló de la nada.

------__________, te presento a mi hijo Sal, hijo, ella es __________. Ella se mudara con nosotros a partir de hoy.

El tal Sal no dijo nada. Solamente me miraba fijamente como si estuviera analizandome, y no era discreto. Aquella estúpida máscara sin expresión hizo que empezara a sentirme incómoda y a la vez molesta, no me gustaba que me miraran de esa forma como si se tratara de un asesino serial y yo la victima.

------Un gusto volver a verte Sal. --habló mi mamá con una amable sonrisa. Él la miró y asintió saludando.

------Igualmente Miriam. --respondió con una voz grave acercándose hacía mi. Yo estuve por retroceder pero mamá me detuvo tomándome por la espalda y no ser grosera. --Un gusto por conocerte __________. --dijo acercando su mano hacía mi. Sus uñas estaban pintadas de un color negro y tenía algunas cicatrices en ella y curitas en sus dedos.

------Si... El placer es mío, Sal...

Luego de esa incómoda presentación, Henry nos habló a los dos mientras abrazaba a mi mamá por los hombros y besaba su mejilla. Puse una cara de incomodidad de ver a dos adultos ya casi de cuarenta y tantos siglos darse afecto, y al ver de reojo a Sal, también puso la misma cara que yo.

------Hijo, ¿podrías ayudar a __________ a llevar su maleta a tu habitación?

------Si papá.

------Esperen, ¿dónde voy a dormir?

------Dormirás con Sal, hija. Ambos compartiran habitación. --yo la miré algo molesta por esa idea. No me gustaba compartir habitaciones con nadie, eso significa que no tendré privacidad.

------¿No habrá otro lado donde pueda dormir?

------Puedes dormir en el sofá, si quieres. --respondió el tal Sal en tono de broma y mamá rió por su chiste. Rodee los ojos con molestia y vi que Sal tomaba mi maleta para meterla al cuarto, yo lo seguí y entré mirando que había una cama extra al fondo.

Al menos no compartiremos cama, gracias a Dios.

Él dejó mi maleta al suelo mientras se estiraba y me miró.

------Dormirás en esa cama, esta es la mía. Y el armario vamos a tener que compartirlo, ya que no hay otro para cada quien. --dijo alzando los hombros y sentarse en su escritorio de espaldas.

------Uy si, lo que faltaba... --rodee los ojos y dejé mi maleta sobre la cama donde me tocara dormir. Empece a sacar mis cosas y ponerlas a un lado y doble la ropa que iría en el cajón sobrante que está ahí, donde guardaría mi ropa interior y lo personal.

¿𝐻𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎𝑠𝑡𝑟𝑜𝑠? ¡𝐴 𝐿𝐴 𝑀𝐼𝐸𝑅𝐷𝐴! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora