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Su garganta estaba irritada hasta el punto que le dolía respirar había vomitado como si no hubiera un mañana, era impresionante que un recuerdo de hacia tanto tiempo le seguía afectando a tal punto

Su mirar se dirigió aquella luna, su única amiga

—soy tan patética— dijo en voz alta, nunca espero que le contestaran, pero así fue

—¿por qué crees eso?— era el... ¿en que momento llegó? No sabía que decir —Yo creo que solo estás perdida— sus palabras... por que diría algo tan absurdo como eso

No pudo evitar que una risa sarcástica saliera de su boca

—no entiendo lo que dices— sabía bien que su enojo venía de que dentro suyo sabía que era verdad, estaba perdida no sabía dónde ir, no sabía que hacer... simplemente no tenía un camino

—el peor ciego es el que no quiere ver, pero sabes? Me sorprende mucho que quisieras venir con nosotros— bueno aquel hecho que todos se habían sorprendido, la joven nunca espero que ese joven simplemente le preguntara si quería acompañarlos en su aventura y menos que esta aceptara

—también me sorprendió— dijo mientras se hacía una bolita

—Oye estaba pensando por qué no eliges un nombre?— aquel chico era bastante peculiar, pero tenía razón... no tenía un nombre

Hasta que miro hacia el cielo... y lo supo, en ese momento ya sabía que nombre tendría

—mi nombre... es Ayla— dijo mirando la luna con una sonrisa, ese sería su nombre

—mmm... Ayla... es un hermoso nombre, ahora si podemos presentarnos como es debido— aquel comentario confundió un poco aquella chica en eso aquel raro chico se había parado de un salto

—¿que haces?—

—preparándome para presentarme ¿no se nota?bueno mi nombre es Asher, es un gusto conocerte Ayla— su sonrisa era tan genuina, que simplemente no pudo evitarlo y también sonrió

—es un placer Asher— ese sería su nuevo punto de inicio, aunque no lo supiera aun, en ese preciso momento su vida había tomado un rumbo muy distinto

Mientras conversaban, Ayla había empezado a comprender la historia de aquel grupo tan extraño con el que se había topado, todos eran huérfanos que deseaban ver más allá y poder encontrar su camino

—No era como si el orfanato fuera malo, pero ya tenían problemas para mantenernos, así que decidimos irnos... de esa manera los más pequeños podían comer— aquella revelación, no se habían ido por qué lo desearan si no las circunstancias los llevaron a tomar aquella decisión

—Te arrepientes?— aunque sabía que podía no ser la pregunta más adecuada

—te mentiría si dijera que no, existen días donde no podemos ni comer un miserable pan... ahora sabemos sobrevivir mejor, pero antes si la llegamos a sufrir bastante— decia con una mirada melancólica, pero aun con aquella mirada su sonrisa nunca se borró... no entendía para nada a Asher

—yo... no se quien soy, un día me desperté en un laboratorio, mi cuerpo dolía demasiado y un hombre me pregunto muchas cosas las cuales no supe responder— no sabía por qué le estaba contando aquello, pero sintió que debía hacerlo

—¿que paso?—

—ese hombre dijo que el experimento fue mucho y la consecuencia fue mi pérdida de memoria... y que ya jamás serviría, así que mandaron a un lugar... que solo existe una forma de describirlo "infierno"— solo recordarlo un escalofrío recorría su cuerpo

—está bien— sus lágrimas empezaron a caer, por primera vez podía llorar... por fin podía sentir y Asher solo la abrazo, no era necesario nada más... solo necesitaba apoyo

...

Aquel día no se celebraba, solo se recordaba con dolor... una familia que jamás pudo superar completamente el hecho de la partida de su pequeña

—otro aniversario— su mirada en aquellos días siempre perdía su brillo, no importaba cuanto tiempo pasara jamás podrían superar aquel hecho, después de todo un hijo siempre será parte de su vida aunque esté ya no esté

—Pensé que tendríamos nuestro final feliz después de la guerra...— era la misma charla desde que declararon a su hija muerta, la habían buscado en todos los reinos y hasta los peores lugares... no había forma de que se les hubiera escapado algún lugar, la única opción que quedaba era la muerte aunque eso no detuvo la búsqueda, al menos querían los restos de su pequeña para poder estar en paz

—Mamás, recuerden que debemos irnos... pronto empezará a llover— normalmente finn no interrumpía a sus madres en aquel día, sabía muy bien que jamás podrán superarlo

—Es verdad... bueno... adiós mi princesa, mamá te ama descansa— las lágrimas de catra caían en silencio, no había día que no recordara a su hija perdida y no estará en paz hasta encontrarla

—hasta luego, mi pequeña...— y así fue como aquella familia empezó a caminar fuera del cementerio

Mientras caminaban para irse a su casa, unos jóvenes encapuchados se cruzaron en su camino

—Vamos Ayla! Que si no vamos la lluvia nos atrapara— decía un joven encapuchado

La familia solo pudo observar aquel extraño grupo corriendo para la dirección contraria mientras reían y disfrutaban

El destino era cruel, tan cerca, pero tan lejos al mismo tiempo al parecer aún no era tiempo para un reencuentro

Las heridas deben sanar, el pasado debe volver y un futuro espera para ser vivido... pero para eso solo el tiempo puede acomodar las piezas

¿Quien soy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora