𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄

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Yo sabía que mi padre se negaría a que hiciese una dieta solo por el debut.

Y es que me sonaba imposible teniendo en cuenta que hasta por un leve raspón llamara a nuestro médico de cabecera.

Por lo que veo y escucho, no me equivocaba pues ahora mismo se está poniendo a discutir con la maestra sobre la buena alimentación que debería llevar una Zaria y si es que era consciente de lo que pudiera pasarle por esa mala nutrición y que si me pasaba algo ella sería la responsable, parecía una pelea de perro y gato.

Mientras mi padre le reclamaba y le decía a mi tutora sobre que era necesario que llevará de nuevo los cursos de maestra o sino la despediría por dar instrucciones tan nefastas a los cocineros con la patética mentalidad y opinión de que la belleza de una mujer se mide en la manera de como se ve o de como se alimenta.

Mi maestra aunque al comienzo replico su opinión de lo que según ella era lo que "definía a una mujer", después de escuchar el sermón de su vida por parte de mi padre, teniendo en cuenta que era un hombre que en su vida nunca a tomado clases de nutrición ni alimentación sana, me sorprendió que su reacción fuese resignarse, pues se sentó en el frio suelo de la sala y temblando cayó en un llanto tan parecido al de una niña cuando es reprendida por su padre al cometer algo incorrecto y entre lagrimas pronuncio con tartamudeos que ella solo había hecho lo que le inculcaron desde niña.

Esa había sido su crianza.

Una mujer debe de vestir elegante y frágil, hermosa y bella, pero ante todo respetable.

Por ende no se le permite; Ni vestidos extravagante, ni poco atrayentes o fuera de moda, no puede ser de peso, pero no debe parecer esqueleto.

Y ante todo esto debía siempre de anteponerse las voluntades DIVINAS.

Estas normas de no solo les inculcan los maestros sino que inclusive son los mismos padres que los guían por absurdas reglas de etiqueta social modista.

Entonces pensando en que eso fuese lo correcto entiendo el punto que mi querida maestra que solo trató de que su adorada princesita, que era como me solía llamar de niña, se viera lo mas hermosa posible ante los ojos envidiosos, degradantes y llenos de impureza de aquellos nobles.

Y claro que para mi esos nobles no son cosa nueva, solo buscan caer bien a quien pareciera darle poder o prestigió, más no buscan dar afecto real y verdadero.

ES UNA MASCARA QUE LLEVAN AL DEBUTAR.

Comprendo que lo único que quisiste hacer era proteger a Evelia, y eso es algo que eh de admirar de esta mujer.

Por eso ante tus suplicas se que mi padre así como yo no se hará de oídos sordos, esos ruegos y lamentos que mi maestra no podía dejar de repetir a sintonía de sus lagrimas de llanto, solo hicieron en consecuencia que mi padre se inclinará a la altura de ella y tratará de calmarla en un abrazo y el momento se torno de alguna manera tan lamentable, como una escena de libros, tanto así que podría decir que escuchaba las armónicas en coro.

Es que pueden imaginarse tal escena si gustan y haber si no piensan como yo.

Pero no podía quedarme solo observando.

Cuando ya los vi calmados me acerque a ellos y con una sonrisa leve, una mirada que claramente dejaba en vista rastros de haber sollozado con anterioridad y con voz tartamuda, que claramente daba un aspecto de pena, me dirigí a ellos para romper aquel ambiente, porque bien cálido y tranquilo será, pero mucho acercamiento no es bueno.

─Papá yo estoy bien, no comeré menos y cuidaré mi cuerpo. ─Les seré sincera, no pude evitar desconsolarme.

Y así con un fuerte abrazo de reconcilió dejamos atrás esa escena llena de lamento y arrepentimiento, y se quedará como un recuerdo de lo que quiero cambiar en esta vida, lo que no quiero que más personas vivan, como un deseo de no querer que se nos crie de esa forma tan inferior o discriminativa a las mujeres, lo guardaré en lo profundo de mi corazón como un momento que deje mi venganza en segundo plano y empecé una nueva meta y algo nuevo que cambiar.