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¿Quién lo diría?, Un chico como el, sería un Omega.

Nadie lo sabía más que Stanley Marsh,  era el único que se enteró de eso, puesto que su amigo tuvo una crisis en calle, y Stan lo Ayudo, ahí fue donde se enteró de el secreto bien guardado del Rubio.

Nunca lo pensé, me sorprende que lo hayas guardado tan bien ― Dijo el Peli-negro con una sonrisa en su rostro acomodado en su silla mientras que el Rubio acostado en la cama del Alfa, abrigado hasta el tope, con temblores, en momentos daba pequeños saltitos, Stan no podía imaginar lo doloroso que debe de ser.

Me duele. . .¿por qué tengo que pasar por esto?...― dijo en lloriqueos, Aunque estaba en alerta, confiaba mucho en Stan, pero no en su instinto de Alfa, Si Stan no fuera así de calmado, ambos ya estuvieran bajo la misma sábana.

Kenny, es la ley de la vida, nadie nace sabiendo su casta y nadie puede elegirla, es cuestión de suerte. ― Hablo Marsh con seguridad ― Ahora te estás quejando, pero bien que todo el mes te la pasaste de Calenturiento, y en la mera hora andas llorando, quién como tú Eh.

Soltó una risa haciendo enojar al pequeño Omega que se encontraba bajo las sábanas, Stan soltó un suspiro mientras lo miraba, ambos se miraron a los ojos, Kenny lo miraba de una manera "adorable", No era el, era su Omega, que pedía ayuda. Stan Frunció el Ceño, que lo mirará de esa forma era algo raro e incómodo a la vez, trago saliva amarga, la habitación quedó en un trasfondo de silencio. Hasta que Kenny lo rompió, diciendo algo que sorprendió al Mayor.

¿Si cogemos, Wendy se enojara?...― soltó sin pena alguna, Marsh quedó Sorprendido ante tal pregunta, no es que le importara Wendy, pues ellos ya habían terminado finalmente. Pero, en su cabeza rodaba el hecho de lo que el mencionó, si ellos llegan a hacer eso, se tomará como un abuso de parte del peli-negro hacia el Rubio, El Omega ya había hecho ese tipo de preguntas "sexuales" a Stan, por varios motivos, la confianza, pero en esos momentos, no era un tanto necesario un comentario así, aunque el mayor sabía que Kenny estaba bajo la droga más natural del Omega, la presencia de un alfa en su estado de celo.

Duerme aquí, yo iré a dormir a otra parte, si quieres algo solo llame por teléfono, no por nada Kyle y yo te compramos un teléfono― menciono Stan para luego marcharse de la habitación, dejando al pequeño, algo confundido, pero, la confianza crecía más.

Stan, ahora trataría a Kenny cómo un pequeño cachorro, cómo su hijo, puesto que necesitaba cuidarlo de cualquier maldito que se le pudiera acercar.

Stan, ahora trataría a Kenny cómo un pequeño cachorro, cómo su hijo, puesto que necesitaba cuidarlo de cualquier maldito que se le pudiera acercar

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Los problemas de Kenny― Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora