Tacto: Selectividad

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Tacto: Selectividad

Ella no era mujer de muchos cariños. No, definitivamente no lo era.

Veía cómo los demás reclutas, en los pocos ratos alegres que tenían, se abrazaban o daban palmadas amistosas... ¿tipo caricias? O algo así, a ciencia cierta, no sabía.

Observaba incrédula esas actitudes y camaradería grupal sin entenderla por completo, porque ella no concebía acercamiento con tanta gente. De hecho, le parecía estúpidamente innecesario cualquier tipo de contacto físico con las masas fuera de los golpes y patadas que un adecuado entrenamiento demandaba.

Bueno, en realidad "casi" cualquier tipo de contacto, ya que había alguien de quien sí lo admitía sin dudarlo... solo era admisible, agradable e incluso necesario cuando venía de una sola persona en toda La Horda: De Adora.

Era muy selectiva. Bufaba y su cola se esponjaba cuando Kyle, Rogelio, Lonnie o cualquier otro cadete se emocionaba demasiado y quería integrarla en algún abrazo grupal por un trabajo o entrenamiento bien desempeñado.

Por el contrario, sus orejas bajaban relajadas y su cola se agitaba en un suave vaivén cuando Adora, animada por ganar alguna contienda con los robots de prácticas, la estrujaba entre sus brazos.

Y aunque trataba de parecer ruda o reacia a su tacto, sabía que la rubia podía leerla cual libro abierto, saltando así su paupérrimo acto.

Una muestra de lo último, es que siempre la llamaba para dormir a su lado. Y aunque Catra bien sabía que parte de la motivación era por gusto propio de la ojiazul, la otra parte era porque Adora conocía perfectamente que, aunque la felina tuviera su propio catre, prefería mil veces acurrucarse con ella, hecha un ovillo, sobre las sábanas.

Después de todo, solo así la felina, a la que normalmente le constaba conciliar el sueño pese al cansancio del trajín de cada día, caía rápidamente en el mundo onírico como una buena niña.

Todo gracias a sentirse arrullada por la suavidad y candidez de su amiga.

Sí, en su tacto era muy selectiva.

Pero eso no importaba... ¿Verdad?

Después de todo, Adora siempre la acompañaría.

Sentidos FelinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora