Olfato: Rosa Sangrienta
En medio del caos que gobernaba derredor, la felina cerró los ojos y fuertemente inspiró.
Su olfato nunca fallaba, ya era hora.
Se alegró que no demorara tanto como otras veces, ya estaba harta de tener que tratar con aquellos enclenques de los rebeldes. A ella no le importaba la princesita de brillos ni el tipo del arco, ni cualquier otro ser que perteneciera a ese bando.
Su única ambición de batalla se centraba en la mujer que de lejos veía venir ondeando su capa rojiza y cabello dorado.
Finalmente había llegado a la pelea la todopoderosa She-Ra.
Finalmente, su antigua amiga Adora, al campo de batalla había arribado.
Catra sonrió mostrando sus afilados colmillos, sus ansias por el encuentro haciéndola volver a olfatear el ambiente del momento.
Entre la pólvora de las armas, el sudor de los soldados y los escombros que la continua destrucción generaba, le era imposible a sus agudos instintos pasar por alto el aroma con el que tantos años había convivido: El olor de Adora, su némesis declarada.
Era tan distinguible y característico como raro en si mismo, después de todo quién diría que una hordiana (o ex hordiana, en este caso) tuviera como aroma natural el de las flores frescas de verano.
Pero así siempre había sido y siempre sería; ese era el aroma que a Catra tanto atraería y a la vez torturaría. Aquel que cada noche volvía a buscar entre sábanas y almohadas... pero cada vez más y más se debilitaba.
Un aroma que causaba tanto dolor como amor.
Un aroma que alborotaba y estrujaba su maltrecho corazón.
Un aroma que su orgullo herido le pedía malograr cubriéndolo de carmesí hierro líquido. Impregnándolo de roja tinta metálica proveniente de las venas de aquella cuya presencia y ausencia por igual la lastimaba.
Quería que la rosa sangrara, quería que la rosa sufriera.
Una vez más, esta vez con mayor discreción volvió a olfatear el ambiente de la querella.
Ella estaba cerca, cada vez más cerca.
De un ágil salto bajó de la viga donde estaba encaramada, para enfrentar a su ex compañera, y mientras comenzaba a sacar las garras dio con disimulo un último olfateo más a aquella dicotómica esencia.
Esperaba que hoy fuese el día en que finalmente pudiese cobrar venganza
y tornar a la rosa sangrienta.
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Sentidos Felinos
FanfictionCaptándola con los cincos sentidos en cada etapa de sus vidas, desde el confuso inicio hasta su feliz final.