Caleidoscopio de Recuerdos

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El humano, la mente del humano es como jugar con un enigma, con sus leyes, sus pros y sus contras. Todas estas leyes nos llevan a caminos donde habrá más caminos, como un laberinto donde encontrar la salida se puede volver estresante, agobiante y aterrador, donde vuestras preguntas son incógnitas. Esto se vuelve desconocido y frustrante. Al no saber qué podría pasar en el futuro y saber del tiempo y cómo percibimos, se vuelve cada vez más rápido y esto acelera el miedo donde tomamos decisiones a esforzarnos más, pero hay veces donde nos encontramos cansados y simplemente nos damos el tiempo para luego volver con más fuerza y esforzarnos cada vez más...


Y sobre el amor, yo... intento ocultarlo, por el miedo a que la historia se repita, donde mis ganas de encontrarlo. No solo la historia, quizás dejar de ser el protagonista y volverme el narrador de mi propio futuro y protector de aquellos pedazos perdidos.


—Me revelaré cuando el corazón se sienta preparado y esperando su momento, mientras tanto, seguiré invisible.


A veces nos perdemos en las miradas de otras personas, algunas solo existen una única vez y otras se vuelven parte de la experiencia, efímeras solo hay pocas en las cuales se convierten en historias de aquellas donde solo observas el sol caer... el atardecer.


—Solo somos cadáveres caminantes hacia alguna parte del mundo.


Yo... Suelo perderme en mis pensamientos, siempre con las ganas de comerme el mundo.
Donde hay días de batallas y otras de derrota, donde en las derrotas nuestras emociones sufren en primera línea y el querer tomarse el día aunque queramos ser libres aún no lo somos.


Crear tu propia jaula de ideas brillantes con metas a alcanzar, pero al momento de querer volar has creado tu propia jaula. Y nos enfocamos tanto en lo que queremos hacer o intentar hacerlo que no pensamos en esa llave para empezar a volar. A veces pienso en quedarme aquí, aunque deba empezar desde el punto donde nos quedamos y emprender el vuelo...
¿Cuál es el recuerdo más feliz que has tenido?
Tantas lágrimas para tan pocas melodías, donde el final del día es echarle un vistazo a lo que te rodea y duele querer intentarlo pero con el miedo de fracasar o pensar que tal vez seas o no capaz.


Mis días a veces no los entiendo, suelen volverse monótonos donde me gustaría volver a tiempos de niño, donde nos sentábamos a jugar con todos... no soy una melodía triste, soy ese tono que cambia de nota cada día, porque al final del camino, solo necesitamos un respiro para seguir avanzando y tomar todas aquellas experiencias y volver a crear.
Aun vive en mi ser la magia de aquellos momentos felices, reviviendo fragmentos de risas contagiosas, aventuras imaginarias y abrazos reconfortantes. Como un caleidoscopio de recuerdos coloridos y brillantes, donde el tiempo se detiene y la inocencia de la infancia perdura.


Los días parecían interminables, llenos de maravillas y sin preocupaciones. Los recuerdos de risas en el parque, travesuras en el patio trasero y ojos llenos de asombro ante cada descubrimiento se mantienen vivos en mi memoria. Los besos de buenas noches y las caricias reconfortantes me acompañan en el presente, recordándome que esos momentos felices todavía viven dentro de mí.


Aunque el camino de la vida pueda ser complicado, esos fragmentos de momentos felices me inspiran a encontrar la belleza en las pequeñas cosas y a enfrentar los desafíos con valentía. La chispa de la infancia sigue encendida en mi corazón, recordándome que la felicidad puede encontrarse en los rincones más inesperados.


Aun vive en mi ser la esencia de aquel niño que fui, con su corazón lleno de alegría y su mente llena de recuerdos preciosos. Su sonrisa ilumina mi camino y su inocencia me inspira a seguir adelante, guiándome en el presente y recordándome que la magia de la infancia perdura en mí.
El pasado puede parecer lejano, pero esos momentos felices siempre estarán presentes en mi ser, inspirándome a vivir con gratitud, aprecio y amor por la vida. La magia de la infancia vive en mí, recordándome que aunque haya crecido, puedo mantener viva la chispa de aquel niño que fui en mi corazón.


Pero entre esos recuerdos de nostalgia y magia, hay algo más que perdura. Hay una chispa de creatividad que se encendió en mi alma mientras exploraba aquellos mundos digitales, una chispa que sigue ardiendo en mi corazón hasta el día de hoy. Aquellas horas de juego despertaron mi imaginación, avivaron mi amor por la aventura y me transportaron a lugares que solo existían en la pantalla. En aquellos momentos, la magia de los videojuegos me envolvía por completo, haciéndome creer que cualquier cosa era posible. Aunque la vida adulta me ha llevado por diferentes caminos, aquellos recuerdos de mi infancia jugando videojuegos siguen siendo como pequeñas estrellas en mi memoria, guiándome en momentos de oscuridad y recordándome que la magia y la creatividad pueden encontrarse en los lugares más inesperados.


"Y en la oscuridad de la noche, mientras el humo de mi cigarrillo se eleva en el aire, me encuentro a mí mismo, una vez más, buscando la belleza en los rincones más inesperados de la vida, sabiendo que incluso en medio del caos y la desesperación, siempre hay algo que vale la pena descubrir". - Charles Bukowski.



-RonaldCz

El Renacer de la Mente: Más Allá del Basurero del Pensamiento. «Edicion»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora