Capitulo 1

70 18 0
                                    

Cuando a mi amiga la adoptaron, no tomaron en cuenta los problemas que tenía, ella estaba diagnosticada con Trastorno de Oposición Desafiante (TOD) que prácticamente hace que un infante tenga actitudes inadecuadas para su edad, creo que no es necesario explicar que el síndrome es prácticamente difícil de manejar, en especial si no sabes que es o como se trata.

Las hermanas decidieron ocultarles a los padres el síndrome de mi amiga ya que, ¿qué padre adoptaría a una niña sabiendo que le traerá problemas? Exacto ningún padre, por esa razón las hermanas decidieron ocultarlo hasta que la adoptasen por completo.

Por alguna razón yo nunca quise que me adoptasen, ¿por qué?, sencillo, porque a los niños adoptados los tratan como un objeto. Si lo piensan bien si, nos adoptan, pero si hacemos algo mal nos pueden regresar como si fuéramos un objeto con recibo.

Es horrible.

Después de que no avisaron, no pasaron ni dos semanas y ya adoptaron a la mitad del grupo de amigas que tenía. Solo faltaba yo de ser adoptada, no era tan fácil conseguirme una familia ya que yo hacía lo imposible porque no me adoptacen.

Me la pasaba en la habitación solitaria del orfanatorio esperando llegar a los 18 para irme de este horrible lugar.

Las hermanas con los años se fueron volviendo más groseras, regañonas y mandonas. Al grado de que me llegaron a encerrar en un armario sin agua y sin comida con tan solo una simple funda de almohada, que solo tapaba la mitad de mi pierna. Dependiendo de lo que hicieras era el regaño que tendrías, mi peor regaño fue cuando me encontraron fumando. Pero no solo estaba fumando estaba "denigrando el lugar sagrado de dios". Ese día las hermanas me dejaron sola en el armario húmedo (por la lluvia) y con el frío de la noche, ya que no me dieron la funda para almohada.

-Adios Mina-respondí con indiferencia.

-Ailyn no me trates así, es una gran oportunidad irme con esta familia.

-¿Te das cuenta de que te vas porque ese señor te vio como juguete sexual?

-Rogelio no es tan malo.

-¡No lo es! Sabes que mejor ya vete.

-Pero. . . .

-Adios Miranda.

Miranda me abrazo y me susurro.

-Yo si te llegue a considerar mi mejor amiga Ailyn.

Evite la mirada de Miranda. No podía aguantar las ganas de llorar, gritar y de sacar todo lo que mi cuerpo había estado soportando por tantos años. Miranda la única amiga que me quedaba en el orfanato se iba, y me dejaba sola con estás espantosas hermanas con sus estúpidas leyes y normas.

Camine por el pasillo hasta llegar a la habitación. Camine hasta mi litera.
Esto era verdad, Miranda me había dejado, y no podía hacer ya nada para impedirlo. Aunque envidio a Miranda de cierta forma, ella tendrá algo que nunca podre tomar hasta los 18.

Ella puede irse de aquí.

AMENAZA [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora