A falta de ALFA me conformare contigo (ABO)

CAPITULO 57 FRACASO REPENTINO

CAPITULO 57 FRACASO REPENTINO

Bai Yan ya se había alojado varias veces en la villa de la familia Jiang y estaba muy familiarizado con ella.

Todos los sirvientes del comedor habían visto la escena de la pelea de Bai Yan y Jiang Zhan aquella noche, y cuando vieron a Bai Yan de nuevo en la casa de la familia Jiang, parecían un poco avergonzados.

Bai Yan leS saludó amablemente: "Señor mayordomo, ha pasado mucho tiempo".

El viejo mayordomo fulminó con la mirada al criado que miraba fijamente a Bai Yan y le sonrió amablemente: "Cuánto tiempo sin verle, señor Bai".

Bai Yan miró a su alrededor, la mesa del comedor estaba llena de exquisitos y calientes desayunos, pero no vio a Jiang Zhan: "¿Dónde está el señor Jiang?".

El viejo mayordomo también estaba un poco confundido: "Tal vez se durmió tarde anoche, ya envié a alguien a llamarle".

Mientras hablaba, el sonido de unos pasos se acercó y Bai Yan se dio la vuelta, sus ojos mostrando un atisbo de sorpresa.

Jiang Zhan vestía ropa de casa de color naranja claro, su cabello se veía desordenado, pero tenía un poco de vigor natural, su flequillo colgando de lado lo hacía parecer mucho más joven que antes.

Bai Yan recordó que en el pasado, Jiang Zhan siempre vestía ropa oscura, incluso en casa, y llevaba el pelo peinado hacia atrás, lo que le daba un aspecto serio y distante.

Ahora que había cambiado repentinamente de aspecto, parecía mucho más joven.

Bai Yan parpadeó: "¿Por qué el señor Jiang ha cambiado repentinamente de aspecto?".

Jiang Zhan se levantó el cuello de la camisa, incómodo: "Es sólo un capricho".

La vieja ama de llaves se sorprendió y alabó: "El señor Jiang parece mucho más joven así, hace tiempo que le digo que debería llevar ropa más juvenil."

Jiang Zhan se encontró con la mirada curiosa de Bai Yan y no pudo resistir el impulso de fruncir el ceño de nuevo, sacó una silla y se sentó: "Comamos primero".

Bai Yan miró a Jiang Zhan de arriba abajo y sonrió de repente: "El señor Jiang parece mucho más joven".

Ya entendía por qué Jiang Zhan había cambiado repentinamente de aspecto.

Debía ser porque ayer el comentario de "viejo" de Zhao Hao había escocido en el corazón de Jiang Zhan.

Aunque el aspecto habitual de director general de Jiang Zhan era muy imponente, parecía mayor.

Jiang Zhan sabía que Bai Yan le había leído la mente, así que alzo el tenedor en la mano, tosió y dijo descontento: "Todavía no tengo treinta años".

Bai Yan sonrió y se sentó: "Sí, el señor Jiang todavía es joven".

Sólo entonces Jiang Zhan se sintió más cómodo.

Después de desayunar, Bai Yan tenía que ir al rodaje, así que Jiang Zhan volvió a ponerse de mala gana su anticuado traje de director general y subió a un coche con Bai Yan.

Bai Yan aún no se había sacado el carné de conducir, así que por ahora tenía que dejárselo al chófer.

A Bai Yan le hizo un poco de gracia: "Señor Jiang, no vamos por el mismo camino, ¿verdad?".

El equipo estaba rodando en las afueras, mientras que el edificio de oficinas de Huangxing Media estaba en la ciudad, lo cual era completamente opuesto.