A falta de ALFA me conformare contigo (ABO)

Capítulo 58 - Inhibidores

Capítulo 58 - Inhibidores

Excepto cuando era estrictamente necesario, Bai Yan siempre llevaba este auricular, la gente a su alrededor ya se había acostumbrado a él.

Jiang Zhan observó este auricular y miró a Bai Yan con cierta sorpresa, como si hubiera pensado en algo, su expresión se volvió gradualmente un poco seria.

Bai Yan sujetó el cerebro inteligente y lo dirigió para que accediera al "menú principal" mostrando los módulos técnicos en forma de catálogo, y dijo con una sonrisa: "El señor Jiang puede echarle un vistazo".

Jiang Zhan lo miró detenidamente durante un rato, con ojos cada vez más serios, y finalmente sus cejas se tensaron mientras levantaba la cabeza, y sus primeras palabras fueron: "No le enseñes esto a nadie en el futuro".

Bai Yan levantó suavemente las cejas: "¿Oh?".

"No debes confiar en nadie, las personas pueden ser avariciosas". Jiang Zhan miró seriamente a los ojos de Bai Yan: "Hay demasiadas cosas aquí que no conviene que aparezcan ahora".

El Grupo Océano Estelar había empezado a investigar tecnología nueva, pero finalmente había tomado la ruta civil.

Pero mucha de la tecnología se investigó inicialmente para uso militar y nacional.

El Grupo Océano Estelar siempre había evitado cautelosamente todos los campos minados, y cuando no se podía evitar optaron por cooperar con el Estado, sin cometer nunca grandes errores, para prosperar pacíficamente durante casi cien años.

Muchas de las cosas que Bai Yan había mostrado eran obviamente tecnologías enfocadas en la industria militar en la dirección de armas térmicas.

Esto confirmó las sospechas de Jiang Zhan hace un momento - "¿Es este tu secreto?"

Bai Yan guardó el catálogo aterradoramente largo y dijo con una sonrisa: "Es parte de él".

¿Qué, el señor Jiang tiene miedo?".

Jiang Zhan le dirigió una mirada algo desagradable y frunció el ceño: "solo estaba preocupado por ti".

Bai Yan sonrió, sentándose despreocupadamente en el sofá y guiñándole un ojo a Jiang Zhan: "¿No quería el señor Jiang que lo probara, para ver si podía aceptar que conociera mi secreto? Así que intento demostrártelo".

La cara de Jiang Zhan no se alivió, y pasó mucho tiempo antes de que suspirara suavemente: "No tienes que probarme así".

Bai Yan sonrió mientras volvía a ponerse el cerebro inteligente en la oreja y estiraba la mano: "¿Así que el señor Jiang todavía quiere hacerlo?".

La cara de Jiang Zhan se aflojó: "Por supuesto".

Bai Yan volvió a enumerar los módulos tecnológicos del cerebro inteligente, esta vez eliminando las partes que parecían peligrosas.

Jiang Zhan seleccionó cuidadosamente dos, y Bai Yan convirtió los módulos tecnológicos correspondientes en paquetes de datos y los envió directamente al ordenador.

Jiang Zhan empezó a analizarlos y procesarlos en el acto.

Por curiosidad, Bai Yan se colocó detrás y observó atentamente a Jiang Zhan.

Jiang Zhan parecía más concentrado cuando golpeaba el teclado que cuando se ocupaba de sus asuntos empresariales, sus dedos golpeaban el teclado y la pantalla parpadeaba de forma deslumbrante.

Aunque Bai Yan podía utilizar el cerebro inteligente, su comprensión de la tecnología se limitaba al día a día, y no entendía nada más allá. Ahora, al ver a Jiang Zhan transformar la tecnología de otro mundo en funciones prácticas en este mundo, mostraba un rastro de admiración.