III. De Hirving y Erick

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“La curiosidad mató al gato”


Pregúntale a “Chucky”


“El verdadero amor es encontrar a tu alma gemela en tu mejor amigo”.
Faye Hall.


3. De Hirving y Erick

A veces me gusta pensar que el fútbol es una gama completa de colores.

Los mundiales es un claro ejemplo, están llenas de diferencias de todo tipo, tan solo los jugadores son una mezcla de razas y culturas mostrando la variedad que el mundo tiene por ofrecer.

Me daba cuenta de eso mientras caminaba hacia el palco para ver el partido de Argentina contra Nigeria, los pasillos estaban llenos de todos esos colores en los rostros emocionados de la gente que venía a disfrutar un gran partido.

A pesar de que la mayoría era gente de Argentina, se podía ver las mezclas de personas que iban solo por diversión.

Yo por ejemplo.

Mi intención desde que llegué a Rusia era el ganar con mi equipo los partidos hasta pasar al quinto, el único que no se dejaba en los años que tiene la selección participando en mundiales. Venía preparado para estar concentrado y conocer un nuevo país, sin embargo, mis ideales cambiaron cuando la actitud de Memo y la presencia de Messi me hicieron pensar lo contrario.

Suspiré tomando mi lugar después de tomar una cerveza, nada mal para ser extranjera, mire a la gente pasear de un lado a otro y el sonido de las gradas con los cánticos a sus equipos no se hicieron esperar.

No tuvimos que esperar mucho para que el partido diera inicio, desde las pantallas podía ver a un muy concentrado Lionel Messi ser captado por las cámaras, le preste atención sin notar ningún cambio en su persona.

Ni cuando jugaba.

Había oído hablar de que Lionel Messi había alcanzado un nivel insuperable y a estas fechas, había logrado romper incluso sus propios récords, verlo jugar era una experiencia gratificante y me sentí inspirado en esos 90 minutos de juego.

No tenía ningún problema en demostrar que podía ser el mejor del mundo, incluso mejor qué Cristiano Ronaldo.

A los 14 minutos ya había anotado gol, su equipo igual que todos en esta mezcla de colores tenía la intención de llegar a la final.

Aun así, Lionel Messi tenía sus deficiencias al igual que el equipo que en ese momento llevaba Argentina, comencé a dudar de su capacidad e incluso de la mía para poder llegar a llevarse la copa del mundo.

No sabría como explicarlo, solo se que al verlo lo pensé.

Al término del partido una idea cruzó mi mente, era un poco riesgoso pero lo intentaría.

Tomé mis cosas y de inmediato bajé hasta el área de cancha, esperaba poder tener la oportunidad de hablar con él antes de que se fuera a los vestidores.

No sabía que le iba a decir, solo sentía que debía hablar con él.

Entre el remolino de gente que había en la parte trasera del estadio, me di cuenta que este mundo es eso exactamente, una mezcla de colores y todos esos querían tener un momento cerca del astro argentino.

La gente se arremolinaba a su alrededor, algunos celebraban porque habían pasado a la siguiente fase, otros ignoraban el vitoreo de los fanáticos y a lo lejos alcancé a verlo caminar con la mirada al piso.

Era una persona completamente diferente al qué vi en el pasillo la otra noche. Este de aquí se veía más decidido, fuerte e indestructible, el del pasillo era alguien con más miedo e inseguridades que nadie.

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