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Definir sus emociones era tan fácil como poder respirar, eso era desde niño y nunca callaba lo que sentía.
Lo metió en problemas muchas veces pero nunca desapareció decir al aire lo que sentía y pensaba pues ya era un habito muy pegado que tampoco hacia por desaparecer.

Siempre seguro de lo que sentía, ese era el después de todo, ese era Rius.

Sin embargo ahora ya no encontraba que era lo que sentía. Desde ese día en el que se besaron al estar ebrios su mente era todo un desastre, era confuso y por primera vez en su vida no podía definir que era lo que estaba sintiendo.

Ya no había una sensación de calma y reconfort al lado de Víctor, bueno, la había un poco pero había más cosas que no lograba comprender.

Descarto el amor de inmediato ya que, sabía que era la sensación y la emoción al estar enamorado o al menos eso pensaba ya que cuando conoció a Timba, hubo un flechazo inmediato ante el y no dudo en dedicar su amor en cada segundo que podía.
Lo admitía, fue un intenso de mierda en todo sentido. Estaba seguro que en algún momento le había propuesto matrimonio.

Le apenaba recordar que tanto estuvo persiguiendo a Timba, antes no veía problema en demostrar lo que el daba por hecho que era amor pues jamás hubo una queja ante su sinceridad al dar demostración de sus emociones.

Fueron años de lo mismo al punto que ya había sido una obsesión que no reconocía. Tal vez lo hacía por costumbre o se había metido tanto en ello que ya lo sentía tan natural, una monotonía que había sido bastante pesada en su día a día.

Su rutina era la misma, dar "amor" ser rechazado, sentirse mal un rato y después volver a dar su mismo trato. Era un circulo vicioso, no había otro nombre para eso y así hubiera seguido de no ser por que el peli azul por fin le puso un alto cuando llego a su limite.

Fue un día como otro, al menos así fue para el albino.
En cambio para Timba no fue el mejor...

Estaba estresado, harto del trabajo y en general, su día fue terriblemente agotador.
En el trabajo se le hecho la bronca por olvidar un pequeño detalle en un informe, la lluvia lo alcanzo al salir y no llevaba una sombrilla.
Un auto lo estampo al cruzar la calle y se cayo al agua además que el muy cabron se fue a la fuga a pesar de no ser algo grave. Además de que en bus venia una mujer con cinco escuincles escandalosos que le hicieron imposible el viaje con sus tonterías habituales de un niño...

Por lo que al llegar a su hogar solo quería paz y tranquilidad lo que logro solo por un rato hasta que diviso a Rius acercarse a el.

-¡Timba, llegaste! 

La sonrisa que había en Vk al llegar a un lugar seguro bajo al verlo. Lo que menos quería era tenerlo ahora de cara. No habría que malinterpretar las cosas, le gustaba pasar tiempo con el pero cuando hacia esas insinuaciones románticas tan intensas...
No lo aguantaba y si bien podía (A veces) seguir con esas bromas no siempre le agrada lo intenso que era y la forma en que invadía su espacio personal y por supuesto que ese día tampoco le apetencia eso.

Desde el inicio trato de ser amable y escapar de el lo mejor posible pero era tedioso que siguiera siguiéndolo e insistiendo en "Ayudar a relajarlo" cuando le decía que no y seguía rechazando lo mejor posible pero poco a poco estaba llegando a estresarlo aun más.

Tanta estaba siendo su frustración y enojo que se escapo de la casa para evitar decir algo demasiado malo al albino pero ni siquiera así se libro de el. 

-Espera, aun llueve, te vas a enfermar -Dijo mientras lo perseguía con un sueter extra- Timba, ya hazme caso ¡Timba te vas a resfriar! 

Le tomo del hombro para tirar de el pero eso fue lo peor que pudo hacer en ese momento. Su reacción fue clara y rápida pues le sujeto de la muñeca y lo alejo con brusquedad mientras daba un paso hacia atrás.

𝖀𝖓 𝖘𝖎𝖒𝖕𝖑𝖊 𝖍𝖎𝖑𝖔 𝖗𝖔𝖏𝖔 {𝕴𝖓𝕽𝖎𝖚𝖘𝖙𝖔𝖗}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora