Capítulo 22

138 18 0
                                    


Había algo enloquecedor en el hecho de que tu jefe estuviera parado junto a ti cuando estabas tratando de concentrarte en tu maldito trabajo.

Jimin miró al monitor frente a él, poniendo todo su enfoque en escribir en lugar de en el hombre que estaba detrás de él, dictando; en realidad, Jimin no tenía idea de lo que estaba dictando. Escribió las palabras, pero no parecían tener ningún

sentido, su cuerpo estaba dolorosamente consciente del otro hombre.

Incluso tuvo que respirar menos profundo para no oler el olor de Jung- ... Jeon.

—Esto de aquí está mal, —dijo Jeon, poniendo una mano sobre el hombro de Jimin e inclinándose para señalar algo en la pantalla.

Inhalando temblorosamente, Jimin asintió, sin ver nada, con la cabeza vacía de todo pensamiento.

Quería agarrar al idiota por la corbata y... Enfoque, concéntrate Jimin ...

Si no lo supiera mejor, pensaría que el bastardo estaba en todo su espacio personal a propósito, tratando de volverlo loco.

Pero eso no tenía sentido. Jung-kook fue quien dijo que Jimin estaba siendo asquerosamente necesitado y mimoso. No tendría ningún sentido para él permitir ese comportamiento. ¿Correcto?

—Jimin, ¿vas a almorzar con nosotros? Oh. Buenos días, señor. Quiero decir, buenas tardes, señor Jeon.

Jimin exhaló aliviado cuando Jung-kook se apartó de él y se enderezó.

Jimin sonrió temblorosamente a Lu, una chica alegre del departamento de marketing, y se puso de pie.

—Seguro, —dijo, poniendo su computadora en suspensión.

Sus manos no temblaron. Mucho.

—Terminaré esto después del almuerzo, señor, —dijo rápidamente, sin mirar a Jung-kook, y caminó hacia Lu, que lo estaba esperando junto al ascensor.

—Mierda, ¿viste la expresión de su rostro? —Lu susurró en voz baja, tomando su brazo.

—Casi me meo. ¿Cómo puedes aguantarlo todo el tiempo? ¡Deberías recibir una medalla!

Jimin apretó los labios.

—No es tan malo, —dijo, y luego inmediatamente quiso golpearse a sí mismo.

¿No es tan malo? ¿En serio?

Por la expresión del rostro de Lu, claramente pensó que estaba loco.

Simplemente genial.

Jimin resolvió hacerlo mejor, pero por más que lo intentó, parecía que no podía sofocar el impulso de defender a Jung-kook ante sus compañeros de trabajo mientras compartían el almuerzo.

La peor parte era que realmente le molestaba cuando sus amigos hablaban mal de él. Nunca le había molestado antes. Pero ahora parecía que no podía callarse cada vez que uno de sus amigos decían algo cortante sobre Jung-kook.

—¿Cómo es jodidamente justo que Taemin fuera despedido solo porque dijo que no trabajaría horas extras? —Dijo Kevin, ante un coro de acuerdo de sus compañeros de trabajo. —Es un idiota.

Jimin se mordió la lengua, tratando de evitar hablar de nuevo, pero fue inútil.

—Taemin no fue despedido por negarse a trabajar horas extras, —dijo, fijando su mirada en su taza de café. —Lo despidieron por acudir a ese periodista y difundir información falsa de que las horas extras son obligatorias y no remuneradas. Sabes que no es verdad—. Esos rumores desagradables se extendieron como la pólvora, causando cientos de artículos de cibercebo4 que hicieron que la gente "cancelara" a la empresa.

UNA APUESTA CON EL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora