Moonlight | KaiSoo✓

☠️' Cinco.

—Me cuesta tanto creer que tú siendo mi hijo hayas matado a sangre fría a tu madre y hermana.— le escupió Heechul.

—Te equivocas.— se metió Jongin tirando el arma después de haber verificado que todas las balas se habían terminado. —Es cierto que es tu hijo, pero ¿Le contaste que ellas no eran verdaderamente su familia?

A Kyungsoo le pareció algo interesante, por el simple hecho de que Heechul cambió por completo su expresión, aunado a eso, el cambio tan radical que tuvo en su tono de piel le hizo sonreír ampliamente.

—No Jongin.— le advirtió Siwon.

—No es momento para lloriquear por el pasado, al final ustedes no van a sobrevivir.— se encogió de hombros mientras se movía para estar más cerca de Kyungsoo. —Heechul fue conmovido por lo buena persona y hermoso rostro de Siwon cuando aún era mujer.

Kyungsoo abrió más los ojos al escuchar eso, era claro que no sentía nada por esos dos hombres que estaban ya al borde de la muerte, solo que sí le perjudicaba un poco ese hecho, eran tantas mentiras por muchos años que ahora ya nada le sorprendía.

—Es por eso que dejó abandonado a su suerte al pobre ex novio, Siwon le prometió lo que tanto quería y es por eso que Heechul aceptó.— se separó del bajito solo para cambiar hacia la mesa que anteriormente habían dejado sus amigos. —Como mujer era una prostituta barata que dejaba mucho que desear si me lo preguntas.— sobre la mesa estaban acomodados una serie de artículos especiales para tortura, incluía desde los más básicos que se encontraban en una cocina convencional hasta algunos prohibidos y que solo se conseguían en lugares ilegales. —Y tu Siwon no eras una blanca palomita ¿Creías que yo me iba a tragar esas mentiras?— soltó una risa seca. —La venta de drogas a menores de ilegal e incluso las muertes que llegaste a causar solo porque querías desahogarte, eso es malo.— mirando aquellos artefactos que claramente no utilizaría se decidió por lo más fácil y más rápido, una manopla con púas muy filosas.

—¡NO KYUNGSOO!

—Demasiado tarde.

El tronar de los huesos fue lo único que escucho Jongin, pues había sido tan fuerte que lo dejó sorprendido así que se giró para observar lo que estaba pasando, ignoro el grito de Siwon porque realmente no le importaba para nada y luego sonrió con satisfacción por lo que había hecho el bajito.

—Kyungsoo ¿Qué hiciste?— le preguntó curioso cuando vio al bajito detrás de donde Heechul estaba amarrado.

—Le rompí el cuello.— le contestó con las más simples palabras y aunque no lo hubiera querido, eso lo prendió de una manera algo enferma.

Ver a quien amaba causando actos malos hacía que su corazón bombeara más sangre de la necesaria, llevándolo a un estado de adrenalina que no había sentido nunca y eso lo llevó a caminar hasta donde Siwon estaba.

—Espero que te pudras en el infierno.— con la manopla bien puesta y sin necesidad de tomar algo de vuelo, le soltó un puñetazo en toda la nariz, pudo escucharlo y también vio las lágrimas de dolor que empezó a derramar, aunado a eso el grito tan asqueroso que emitió.

Kyungsoo por su parte aprovechó para colocarse detrás de él así como lo hizo con Heechul, colocó una de sus manos en la barbilla y la otra en la frente para después en un rápido movimiento quebrarle el cuello. No sentía absolutamente nada de culpa, ni mucho menos sentía miedo por lo que fuera a pasar, al final todo eso debía pasar y aunque no esperaba que fuera de esa manera, estaba contento con el resultado.

Si había sangre, personas muertas y muchas verdades ya dichas, así que pudo al fin sentirse en libertad.

—Me hubiera gustado hacerle más daño, pero con todo lo que se supo está noche me es más que suficiente.— Jongin miró a Kyungsoo con una dulce sonrisa, abrió la mano para que la manopla cayera al piso y luego suspiro ya totalmente cansado de todas las emociones que se sintieron.