Capítulo 2.

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Narra [t/n] Takamura:

Mi cuerpo estaba en una superficie suave y podía oler a medicamentos.

De la nada fueron volviendo los recuerdos de lo ocurrido.

Me senté rápidamente de donde sea que estaba acostada y miré a mi alrededor pero volví a caer en el mismo lugar donde estaba.

—Mi cabeza...— me queje por el mareo que me había dado.

Decidí quedarme inmóvil y miré discretamente a mi alrededor.

Parecía un hospital, mire mis extremidades y estaban vendadas.

—¿Todo eso fue verdad?...— me pregunté a mí misma.

Cerré los ojos y las imágenes de todo aquello fueron como un golpe en mi corazón.

—Mamá... Papá... Rinji...— los recordé fugazmente.

Queria llorar pero esos sentimientos tristes fueron detenidos por la furia de lo que dijo el señor Kobayashi.

—¿Que mierda quiso decir con trato?— recordé y la sangre me empezó a hervir.

Disperse todo pensamiento para solo tratar de asimilar la supuesta muerte de mi progenitores.

Pero de la nada recordé a quel hombre.

—Sanemi Shinazugawa...— recordé vagamente su rostro.— Gracias por darme otra oportunidad de vivir...

Agradecí internamente a quel hombre  en donde quiera que esté.

—¡Has despertado! ¡Que bien!— escuché una voz.

Volteé hacia esta y vi a unas niñas.

Les iba a hablar pero salieron corriendo.

Unos minutos después una chica entro y empezó a preguntarme cómo me sentía y a darme unos medicamentos.

—Muchas gracias por haberme cuidado...— dije haciendo una reverencia estando sentada.

—No es nada.— dijo la chica.

—¿Cuanto le debo?— le pregunté al querer saber cuánto sería el costo de todo lo que hizo por mi.

Ella puso una cara asombrada y confundida y Bego con la cabeza.

Iba a hablar pero otra voz la detuvo.

—No buscamos ganar dinero haci que no nos tienes que pagar...— dijo una chica muy linda talvez de mi edad.— Soy Shinobu Kocho, esta es mi finca...

—Un placer, soy [t/n] Takamura...—

Ella sonrió y me explicó cómo había llegado aquí, no quise preguntar pero creo que ella notó esto.

—¿El me trajo enserio?— dije cuando me dijo que aquel hombre del que estaba pensando hace unos momentos me dijo que me había traído.

Ella asintió con una sonrisa que me pareció extraña pero no dije nada.

—¿Donde se encuentra? Si es que me puede decir claro, quiero agradecerle por haberme salvado...— dije sujetando mis manos, por un momento me senti nerviosa.

—El te dejo aquí y se fue así que dudo que vuelva ya que no viene seguido... — me contestó haciendo que me entristeciera un poco.— Pero te puedo decir dónde vive para que hables personalmente con el...

—¡N-no!— me sobresalté pero me disculpé por gritar.— E-es que se vería muy mal que yo valla sin avisar a su hogar...

—Entinedo... No hay más nada que hacer que te dejo para que sigas descansando, disculpa por no ayudarte más...— dijo levantándose de donde estaba sentada.

Te devo mi vida._∆Sameni × Tú∆_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora