Narra omnipresente:
—Bienvenidos señores Kobayashi...— dijo una joven haciendo una reverencia en señal de respeto.
—¿Cómo has estado [t/n]-chan?— dijo una mujer con una sonrisa.
—Bien... Mis padres los esperan en la sala de estar...— dijo con respeto.
—Gracias, ya iremos, Rinji platica con [t/n]-chan mientras platicamos con sus padres sobre los asuntos de la boda...— dijo la mujer viendo cómo su esposo ya estaba yendo a la sala de estar así que lo siguió.
Los dos jóvenes se quedaron en silencio hasta que se encontraron solos.
—Levántate [t/n]-san, ya es mucha formalidad...— dijo el chico ayudando a la joven a levantarse del suelo.
—Tambien he estado bien, Rinji...— dijo la chica para al final soltar una pequeña risa.—¿No has logrado nada?...
—No...—dijo con un semblante serio pero preocupado mirando el suelo.— Mi padre se ha puesto demasiado estricto de la nada... No quiere ni escucharme opinar de nuestra boda...
—Mis padres tampoco me quieren escuchar... Sé que le duele a mi padre ignorarme...— dijo soltando otra risa.— Bueno... Tendremos que acostumbrarnos a nuestras vida de casados, tú lavarás la ropa y los platos...— dijo tratando de contener las carcajadas.
—Por favor [t/n]... No bromees con eso...— dijo el chico soltando un suspiro por la pequeña broma de mal gusto de su amiga.
—Ya paré jajaja... ¿Quieres jugar shogi conmigo?...— dijo con una sonrisa.
—Claro...—aceptó para ir al lugar de siempre donde jugaban, cerca del patio.
Rinji Kobayashi y [t/n] Takamura, comprometidos desde los 10 años de edad, provenientes de familias con dinero, ambos siendo hijos únicos y futuramente marido y mujer.
Sus padres quisieron el matrimonio y estos no aceptaban, sus padres hacían oídos sordos ante las quejas de sus primogénitos.
Al pasar de los años aceptaron su destino y aceptaron el compromiso.
Ahora con 18 años cada uno estaban a solo una semana de la boda, una no tan grande pero agradable, fue lo único que aceptaron de opinión de sus hijos.
Los jóvenes desde que se conocieron a los 13 años se hicieron grandes amigos, sus padres pensaron que su compromisos era el destino sin saber los pequeños solo quedarían en amistad.
—¡Gané de nuevo! ¡Jaja!— gritó la chica con superioridad.
—¡Has hecho trampa de nuevo!— se quejó el chico.
—No puedes culparme de tramposa cada vez que pierdes...— dijo con los brazos cruzados.
El chico miró a la chica y después sonrió con un mirada melancolía.
—Lo siento [t/n]...— dijo para cubrir su rostro con sus manos.— Te casarás conmigo sin quererlo... Lo siento... Mereces estar con alguien al que ames y te ame correctamente...
[t/n] se sobresaltó al escuchar un sollozo proveniendo del joven y rápidamente se acercó a él para abrazarlo mientras daba palmadas a la espalda del contrario.
—No es tu culpa así que no te culpes...— habló con una voz tranquila.— Esto lo a querido nuestros padres y en sus cabezas es lo mejor... Aunque nosotros no lo queramos... — se separó un poco del chico y levantó la cabeza de él y empezó a secar las lágrimas de joven con su manga.— A mi me hubiera gustado estar en tu boda... Pero no siendo la novia jajaja...— río y le sacó una sonrisa al chico.
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Te devo mi vida._∆Sameni × Tú∆_
Fiksi PenggemarAunque digas que no te debo nada mi corazón te lo debe todo...