"Llevamos un buen tiempo hablando, disfruto cada momento en el que hablamos o simplemente decimos cualquier tontería, aún recuerdo cómo fue que nos conocimos y ahora, quiero salvarte Duxo."
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¡La hist...
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Por qué? Se supone que ustedes me tienen que cuidar... Por qué me hacen esto? Que les hice?
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Un pequeño niño se encontraba en su habitación, parecía asustado mientras se tapaba su oídos con una almohadas, los gritos aterradores de sus padres se escuchaban desde la cocina, todos los insultos que se decían... Incluso, escuchó a su papá tirar varios platos. El pequeño solo empezó a llorar en silencio, sus lágrimas caían por sus mejillas que ya estaban mojadas. El escenario se empezó a distorsionar cuando se escuchó un fuerte golpe en la puerta.
Duxo, acababa de despertar todo sudado y con varias lágrimas en sus ojos... Parecía haber tenido una pesadilla, se sentó sin decir nada en la misma. Su única compañera de nuevo era la lluvia, era una madrugada lluviosa.
— .... — se quedó mirando el blanco techo de su dormitorio, él sentía sus ojos húmedos y el sueño lo estaba matando poco a poco... Finalmente el pelinegro se quedó dormido.
Soñando de nuevo con aquel infierno de niño.
— ¡Duxo! ¿¡Que son estás calificaciones?! — se escuchó a la voz de una mujer, el pequeño solo miraba cabizbajo mientras intentaba ocultar sus notorias lágrimas.
— .... — Apenas él era un niño de 6 años, no sabía cómo actuar en una situación como esta ¿Por qué sus padres le daban más importancia a sus estudios?
— ¿¡Sabes cuánto sacrificamos para que puedas estudiar?! ... Otros niños no tienen la misma oportunidad que tú, eres un completo inútil. — está vez era la voz de un hombre, era de más decir que estaba enojado. — ... Tu tienes que aprender de otra manera. —
Como si fuera una especie de tortura, el hombre mayor se acercó a varias pertenencias del cuarto del pequeño. Duxo solo veía como su propio padre empezó a romper varios de sus dibujos, dibujos que se había esforzado demasiado en hacer. Vaya, que tipo de padres son estos?... Lo siguiente que pasó fue algo peor, el hombre agarró al pelinegro y como si fuera un muñeco de plástico, lo metió a la ducha con agua helada, completamente helada, el pequeño todavía estaba con su ropa.
