Capítulo 19: Jasper

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Las últimas semanas habían sido una locura, pero al mismo tiempo había sido más feliz que nunca. Luego de rescatar a Lana y que fuera cuidada en el hospital, comenzamos a vivir juntos de manera oficial. Lana no tenía demasiadas cosas, pero una vez que las acomodamos en casa se sentía como si pertenecieran ahí. Ahora teníamos un cálido hogar, y a medida que pasaban las semanas, cada vez crecían los rastros de Lana por toda la casa.

Cuando mi padre llego a ayudarnos a salir del galpón, lograron detener a la mayoría de involucrados en la banda de Derrick Hilton, sin embargo, de él no había rastro. Eso me mantuvo en alerta por dos largas semanas, quería darle caza por todo lo que le había hecho a Lana, pero no podía dejarla sola, ella aún estaba lidiando con todo lo que había pasado, y quería estar con ella a cada minuto. Sin embargo, finalmente fue atrapado intentando salir del país, y por todo el prontuario que arrastraba, esperaba que estuviera encerrado por el resto de su vida.

Por otro lado, el hermano de Lana también había sido detenido, durante la investigación se encontró que había estado involucrado en la venta de drogas y en más de un asalto por parte de la misma organización de Hilton. Al parecer, había sido tan idiota como para robarle al mismo Derrick y, además, pedirle dinero para continuar con su adicción al juego.

Lana había estado triste al principio, pero poco a poco su ánimo fue mejorando, le había sugerido que visitara a su hermano, si eso la hacía sentir mejor, pero prefirió cortar completamente los lazos con él. No podía mentir y decir que no estaba aliviado, de hecho, esperaba que no quisiera visitarlo. Una vez que Lana estuvo mejor de sus lesiones y se sentía cómoda en casa, me contó todo por lo que había pasado. Odio era decir poco a lo que sentía por su familia, sus padres habían sido una mierda, no habían visto por nadie más que por sí mismos.

Y su hermano, aunque había "cuidado" de Lana, no había sido mucho mejor que ellos. Había volcado toda su ira por su vida de mierda contra su hermana y la había herido en el proceso.

Pero ahora Lana no tendría que sufrir más. Tenía una nueva misión en la vida, y esa era hacer feliz a Lana. Y ella nunca se podría deshacer de mí, la amada y le mostraría lo que era tener una familia que la amara también.

— Jasper, ¿haz visto mis aretes de perlas? – Lana apareció en la sala luciendo hermosa. Traía puesto un pequeño vestido que le había regalado mi hermana, era rosa pálido y se ajustaba en su pecho, mientras que caía suelto hasta debajo de su trasero rosando sus muslos. Su cabello estaba suelto en suaves ondas y su boca estaba rosada y brillante. El solo verla hacía que de pronto sintiera los pantalones demasiado ajustados.

— Creo que los vi al lado del televisor en la habitación.

— Oh, correcto, iré por ellos – dijo antes de correr descalza hacia la habitación.

Le había regalado los aretes de perlas una semana después de que comenzáramos a vivir juntos, los había comprado junto con un anillo, el cual planeaba entregarle esta noche cuando estuviéramos solos.

Sabía que estaba nerviosa por el almuerzo, durante todo este tiempo había conocido a mi hermana y a mi padre, los había visto aquí y allá, pero no habíamos estado todos juntos. Hoy almorzaríamos y para Lana de alguna manera era mucho más "oficial", aunque no tenia nada por lo que preocuparse. Mi padre y hermana la amaban.

Volvió a la sala finalmente con sus aretes y los zapatos puestos, retorciendo sus manos nerviosa. Camine hasta ella y sostuve sus hombros esperando que me mirara.

— Cariño, todo saldrá bien, ya te has encontrado muchas veces con mi hermana y mi padre, esta vez no es diferente.

Me incliné y la besé suavemente.

— Tienes razón – dijo soltando un suspiro – estoy siendo ridícula.

— Nunca – dije con una sonrisa.

Justo en ese momento escuché como se abría la puerta de la entrada, negué con la cabeza. Ahora que vivía junto a Lana, tendría que hablar con mi hermana, ya no podía entrar cuando quisiera.

El almuerzo se desarrolló con tranquilidad y a medida que avanzaba la comida Lana se iba soltando más. Sabía que todo saldría bien, ellos la amaban y ya era considerada una más de la familia.

Más tarde, cuando se fueron de casa, Lana parecía agotada mientras se acurrucaba en el sofá con los pies descalzos.

— Dios, estoy muy cansada. Realmente lo pase muy bien con Lizzy y tu padre, pero no estoy acostumbrada a pasar tanto tiempo socializando – dijo con una mueca – no me malentiendas, los adoro, es solo que...

— Tranquila, sé a lo que te refieres, también solía pasar bastante de mi tiempo solo en casa.

Me senté en el sofá junto a ella, y la atraje hacia mi para abrazarla.

— Tengo un regalo para ti.

— ¿En serio? ¡Me encantan los regalos ¡– dijo emocionada levantándose.

Me puse frente a ella y saqué la caja del anillo de mi bolsillo. Vi como sus ojos se abrían y me miraba sorprendida. Abrí la caja y saque el anillo, tome su mano y le puse el anillo.

— Jasper que...

— Lana, incluso antes de conocerte supe que había algo especial en ti, pero cuando al fin te encontré simplemente lo supe. Quiero estar a tu lado toda la vida, quiero pertenecerte y que me pertenezcas. Te amo, ¿te casarías conmigo?

Lana me miro con los ojos llorosos y una sonrisa acuosa — Ya tengo el anillo puesto, ¿no?

— No iba a dejar que fuera de otra forma, si te negaras lo seguiría intentando.

Se rio y me acercó sujetando mi camisa y me beso. Puse una mano en su cabeza para mantenerla cerca, mientras lamia sus labios. Gimió suavemente antes de alejarse.

— ¿Supongo que eso significa que sí? – pregunté mientras la movía para que estuve a horcajadas sobre mí.

— Sí, gran tonto – dijo riendo antes de volver a besarme.

Me encanta hacerla reír y quería escucharla reír por el resto de nuestras vidas. 

Amor en Apuros | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora